De la investigación en VIH a un nuevo blanco contra el cáncer de ovario: Wistar descubre cómo eliminar los macrófagos que protegen al tumor

nota 2 am domingo
Científicos del Wistar Institute identificaron un sitio específico en la proteína del retinoblastoma que, al bloquearse, destruye los macrófagos que favorecen el crecimiento tumoral sin afectar los tejidos sanos.

“Es el primer blanco terapéutico de este tipo descrito en un tumor sólido”, afirmó el Dr. Luis Montaner, director del Centro de Virología y Cura del VIH del Wistar Institute.

El hallazgo, publicado en Cancer Immunology Research, revela que inhibir una hendidura específica de la proteína del retinoblastoma (RB) —tradicionalmente conocida por su papel en la supresión tumoral— elimina los macrófagos que protegen al cáncer de ovario, haciendo los tumores más vulnerables a la inmunoterapia.

El descubrimiento surgió de estudios sobre VIH, donde el equipo de Montaner observó que la proteína RB ayudaba a las células inmunitarias a sobrevivir a la infección. Al replicar el modelo en cáncer, descubrieron que el mismo mecanismo mantenía con vida a los macrófagos “malos” que rodean al tumor y lo protegen del sistema inmunitario.

Bloquear solo esa región de la proteína —sin anular sus funciones protectoras normales— permitió eliminar selectivamente los macrófagos pro-tumorales en modelos animales, reduciendo de manera significativa el tamaño de los tumores.

“El desafío fue comprobar que estábamos deteniendo la parte incorrecta de la proteína”, reconoció Montaner. “Pero los datos se acumularon hasta ser irrefutables.” El proceso tomó más de una década de experimentos interdisciplinarios entre oncología, inmunología y virología.

El estudio abre un nuevo frente terapéutico: reeducar el microambiente tumoral en lugar de atacar directamente las células cancerosas. Los investigadores creen que este enfoque podría aplicarse también a otros tumores sólidos con alta infiltración de macrófagos, como pulmón, páncreas y mama.

El equipo ya trabaja con socios industriales para diseñar moléculas pequeñas capaces de unirse específicamente a la hendidura identificada en la proteína RB, con miras a ensayos clínicos preclínicos.

“Este avance muestra cómo los descubrimientos en un campo, como el VIH, pueden transformarse en terapias inesperadas para otra enfermedad devastadora como el cáncer”, concluyó Montaner.

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