Un reciente caso clínico ha puesto de manifiesto una rara, pero posible complicación derivada de la colocación de stents ureterales, un procedimiento común para tratar obstrucciones del uréter.
El caso, reportado por médicos, involucra a una mujer de 54 años quien experimentó la migración extrarrenal de un stent doble J, un tipo de dispositivo utilizado para asegurar el flujo de orina.
La paciente, con antecedentes de cálculos ureterales superiores izquierdos e hidronefrosis, había sido sometida a litotricia con láser de holmio y a la inserción de un stent doble J. Sin embargo, poco después del procedimiento, comenzó a experimentar dolor lumbar izquierdo. Exámenes de rayos X y tomografía computarizada (TC) revelaron que el stent se había desplazado completamente fuera del riñón.
El equipo médico procedió a retirar el stent desplazado mediante una cirugía laparoscópica, encontrando una leve adherencia alrededor del dispositivo. Cuatro semanas después, se retiró un stent ureteral normal. La paciente se recuperó satisfactoriamente y fue dada de alta.
Este caso subraya la importancia del seguimiento postoperatorio en pacientes que reciben stents ureterales. Aunque la inserción de estos dispositivos es generalmente segura y efectiva, la migración del stent es una complicación reconocida que puede ocurrir tanto de forma temprana como tardía.
Los médicos enfatizan la necesidad de una vigilancia cuidadosa para detectar y tratar a tiempo cualquier posible desplazamiento del stent, minimizando así el riesgo de complicaciones y garantizando la salud del paciente.
