Las tasas de infecciones de transmisión sexual (ITS) están aumentando de manera alarmante, a medida que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) hace que los tratamientos sean menos efectivos y disminuye el uso de métodos de prevención como los preservativos.
Esto ha llevado a expertos a resaltar la necesidad urgente de intervenciones nuevas, rentables y aceptables para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las ITS.
Las cifras que expone la Organización Mundial de la Salud indican que cada día, más de un millón de personas contraen una ITS que se puede curar. Según los datos promediados más recientes, alrededor de una de cada 25 personas presenta al menos una de estas ITS, pudiendo estar infectados por varias de ellas al mismo tiempo. Las ITS se transmiten principalmente a través de las relaciones sexuales sin protección, ya sean vaginales, anales u orales.
En este contexto, un estudio multicéntrico, abierto y aleatorizado llamado DOXYVAC, ha probado intervenciones para prevenir las ITS bacterianas en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) en Francia.
Entre las intervenciones, se incluyó la profilaxis posterior a la exposición con doxiciclina (doxyPEP), donde se indicó a los participantes tomar dos comprimidos de 100 mg de doxiciclina dentro de las 72 horas posteriores a una relación sexual sin condón, con un seguimiento cada tres meses para detectar nuevas ITS.
Los resultados iniciales mostraron que la eficacia de doxyPEP contra las infecciones por Chlamydia trachomatis y Treponema pallidum era prometedora, pero los hallazgos sobre la gonorrea fueron mixtos, lo que llevó a los investigadores a considerar otra intervención: una vacuna contra el meningococo del grupo B (4CMenB).
Sin embargo, la eficacia de doxyPEP en el estudio DOXYVAC fue similar a la informada en estudios previos, mostrando una efectividad notable contra la clamidia y la sífilis, y una eficacia moderada contra la gonorrea.
A pesar de los resultados positivos, algunas autoridades han mostrado resistencia a recomendar la doxyPEP, especialmente después de que un estudio en Kenia no encontró beneficios en mujeres cisgénero. Esto ha generado dudas sobre la adherencia a la intervención y la necesidad de más investigaciones en poblaciones diversas.
Uno de los mayores temores es el impacto de doxyPEP en la resistencia a los antimicrobianos. Tanto en los ensayos DOXYVAC como DoxyPEP se observó un aumento de la resistencia a la tetraciclina entre las cepas de gonorrea tratadas, lo que podría comprometer su efectividad y potencialmente transferir genes de resistencia a otros patógenos comunes.
Mientras las autoridades debaten la recomendación de doxyPEP, la demanda por esta intervención ha crecido. Por lo tanto, los investigadores sugieren que la solución ideal sería la implementación de vacunas efectivas que prevengan las ITS bacterianas sin provocar resistencia a los antimicrobianos; sin embargo, la mayoría de las candidatas aún se encuentran en etapas tempranas de desarrollo clínico.
El estudio DOXYVAC, aunque no logró que la vacuna 4CMenB alcanzara el umbral de eficacia deseado, plantea preguntas importantes sobre el manejo de la resistencia a los antimicrobianos y la necesidad de regulación en el uso de doxiciclina.
A medida que la comunidad médica sigue explorando opciones, es fundamental implementar estrategias de prevención y tratamiento que consideren la creciente resistencia y la diversidad de poblaciones afectadas.