El lenguaje humano es un sistema multimodal y amodal, lo que significa que podemos transmitir ideas a través de diferentes modalidades, como el habla, la escritura, los signos o el braille.
Sin embargo, cuando se estudian las bases neuronales del lenguaje, los investigadores se enfrentan a un desafío crucial: cómo desentrañar las propiedades inherentes al sistema lingüístico sin que se vean influenciadas por las características de la modalidad específica utilizada para entregar la información. Tradicionalmente, para abordar este reto, los estudios comparan distintas modalidades de lenguaje, pero este enfoque es laborioso y lento.
Organización del cerebro humano
Una pregunta fundamental en este campo es como organiza el cerebro los cálculos sintácticos y semánticos cuando no existe un orden temporal dictado por la modalidad de entrada, como ocurre con la lectura escrita, que no está sujeta a las restricciones temporales del habla.
En contraste con el habla, que es inherentemente secuencial, el lenguaje escrito permite un procesamiento paralelo. Esto se debe a que las palabras en el texto pueden percibirse simultáneamente, lo que facilita la extracción rápida de significado, similar a cómo percibimos imágenes o escenas visuales de un solo vistazo. A nivel cerebral, se sabe que el procesamiento de palabras escritas no sigue un patrón secuencial como el del habla.
El cerebro abandona la secuencia fonética y adopta un modelo paralelo al leer, lo que evidencia que la percepción del lenguaje escrito no depende de un proceso secuencial, sino de un mecanismo que permite percibir palabras de manera simultánea.
Resultados del procesamiento de la información
El estudio reciente, centrado en el SSE, utiliza herramientas avanzadas de magnetoencefalografía (MEG) para analizar cómo el cerebro procesa oraciones completas presentadas de manera paralela. En este estudio, se mostraron oraciones de tres palabras durante 300 ms a los participantes, lo suficientemente rápido como para eliminar los movimientos oculares, pero lo suficientemente largo para que se pudiera extraer el significado esencial.
Esta investigación de cómo el cerebro organiza y procesa el lenguaje de forma paralela es esencial para comprender las propiedades neuronales del lenguaje cuando no hay una modalidad restrictiva, como en el caso del habla.
Los investigadores han comenzado a explorar cómo se ordenan los cálculos sintácticos y semánticos en la lectura escrita, especialmente cuando se presenta a la vez una expresión completa, como una oración, sin un orden temporal impuesto. Este fenómeno plantea la pregunta de si el cerebro procesa las oraciones completas de manera instantánea o si hay un costo en términos de tiempo y esfuerzo cognitivo al procesar varias palabras simultáneamente.
Los resultados de la MEG revelaron que la corteza temporal izquierda del cerebro comienza a esbozar la estructura sintáctica de la oración apenas 125 ms después de la presentación del estímulo. Este hallazgo es notablemente más rápido que el procesamiento visual de una sola palabra, lo que sugiere que el cerebro puede realizar el procesamiento de oraciones completas de manera simultánea y rápida. La disponibilidad paralela de las palabras en una oración permite que el cerebro reconozca rápidamente la estructura gramatical, respaldada por el conocimiento previo de cómo se organizan las oraciones.
Procesamiento paralelo del cerebro
Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para la neurobiología del lenguaje, ya que demuestra que el cerebro es capaz de realizar cálculos sintácticos y semánticos de manera extremadamente rápida cuando se presenta una oración completa.
Esto también sugiere que el cerebro humano está perfectamente adaptado para procesar el lenguaje escrito de manera eficiente, aprovechando el procesamiento paralelo que no está limitado por la secuencia temporal del habla. De esta forma, al igual que podemos reconocer objetos rápidamente al tocarlos con la mano, podemos comprender oraciones con la misma rapidez al percibirlas visualmente.
Este estudio abre nuevas perspectivas en el campo de la neurociencia del lenguaje, destacando cómo el cerebro organiza los cálculos complejos del lenguaje de manera eficiente y paralela.
A medida que se profundiza en el entendimiento de estos procesos, los investigadores esperan poder desentrañar aún más los misterios de cómo funciona el lenguaje en el cerebro, tanto en su forma escrita como hablada, y cómo las diferentes modalidades del lenguaje pueden interactuar en el procesamiento cerebral.