Un estudio reciente que analizó datos genómicos de más de 2.700 fallecimientos por suicidio encontró que quienes mueren sin haber mostrado señales previas de ideación o comportamiento suicida poseen menores cargas genéticas asociadas a condiciones neuropsiquiátricas. Estos resultados cuestionan la idea tradicional de que los rasgos psiquiátricos son el eje central del riesgo de suicidio y abren nuevos caminos para la investigación y la prevención.
Un estudio para entender un riesgo silencioso
La investigación, realizada dentro del Utah Suicide Mortality Research Study (USMRS), comparó dos grupos:
- SD-N: muertes por suicidio sin evidencia de suicidabilidad previa (n = 1.337)
- SD-S: muertes por suicidio con historial previo de suicidabilidad (n = 1.432)
Ambos grupos fueron comparados, además, con un gran conjunto de 19.499 controles poblacionales.
El objetivo era determinar si existían diferencias en las cargas poligénicas (PGS), es decir, puntajes de riesgo hereditario asociados a 12 condiciones neuropsiquiátricas como depresión, ansiedad, trastorno bipolar o neuroticismo.
Los resultados fueron contundentes:
El grupo SD-N mostró cargas genéticas significativamente más bajas
Comparado con SD-S, el grupo sin historial previo tuvo PGS más bajos para:
- Depresión mayor
- Afecto depresivo
- Ansiedad
- Neuroticismo
- Enfermedad de Alzheimer
- Trastorno por estrés postraumático (tendencia significativa)
Estos hallazgos replican resultados clínicos previos: quienes mueren por suicidio sin antecedentes suelen tener menos diagnósticos psiquiátricos en vida.
SD-N no difirió de la población general en varios rasgos
Para afecto depresivo, neuroticismo y Alzheimer, los PGS de SD-N fueron similares a los controles, lo que sugiere que este grupo no tiene las vulnerabilidades genéticas típicamente asociadas al riesgo suicida.
¿Quiénes integraban el grupo sin historial previo?
El estudio encontró diferencias sociodemográficas entre las cohortes:
- El grupo SD-N tenía mayor proporción de hombres (82.6%).
- La edad promedio al morir era mayor: 47.5 años frente a 41.4 en SD-S.
- No hubo diferencias en nivel educativo ni estatus socioeconómico.
- La composición genética (ancestría) fue altamente similar entre los grupos.
Lo que este estudio cambia en la comprensión del suicidio
Tradicionalmente, se ha asumido que:
Los rasgos neuropsiquiátricos son el núcleo del riesgo de morir por suicidio.
Sin embargo, los datos muestran que:
- La mitad de las muertes por suicidio ocurren sin intentos previos.
- La mitad no presentan diagnósticos psiquiátricos.
- El grupo SD-N no muestra las vulnerabilidades genéticas típicas.
Esto implica que el riesgo de suicidio es mucho más complejo y no puede explicarse únicamente por condiciones psiquiátricas, ni clínicas ni genéticas.
Los hallazgos señalan la necesidad de:
- Nuevas estrategias de investigación que exploren otros factores biológicos, ambientales y sociales.
- Modelos predictivos más amplios, que no dependan solo del historial psiquiátrico o los intentos previos.
- Mejor comprensión de los factores de riesgo en poblaciones que no generan alertas clínicas antes del evento fatal.
El estudio también subraya la importancia de no asumir que la ausencia de diagnósticos implica ausencia de riesgo.
La investigación “Genetic Liabilities to Neuropsychiatric Conditions in Suicide Deaths With No Prior Suicidality” demuestra que las muertes por suicidio sin antecedentes previos de suicidabilidad presentan menores cargas genéticas asociadas a condiciones psiquiátricas, en comparación con quienes sí mostraron señales antes del desenlace.
Este resultado rompe con la visión tradicional del suicidio como un fenómeno estrictamente ligado a vulnerabilidades psiquiátricas y destaca la urgencia de explorar nuevas rutas de prevención, investigación y comprensión del riesgo suicida.
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