En el extenso mundo de la cardiología, los cardiólogos intervencionales juegan un papel crucial en la prevención y tratamiento de enfermedades cardíacas. El Dr. Ricardo Santiago, cardiólogo intervencional, explicó en una reciente entrevista reciente del Patatú podcast cómo su especialidad se diferencia de la de un cardiólogo clínico y destacó la importancia de su trabajo en la salud del corazón.
Mientras que los cardiólogos clínicos se enfocan en el diagnóstico y tratamiento médico, los cardiólogos intervencionales, como el Dr. Santiago, son responsables de realizar procedimientos para destapar arterias obstruidas y restaurar el flujo sanguíneo al corazón. En este sentido, el Dr. Santiago se describe como un «plomero del corazón», encargado de «arreglar el problema».
El panorama es alarmante: en los Estados Unidos, se registran alrededor de 800,000 infartos al corazón cada año, de los cuales aproximadamente 200,000 son recurrencias. La obstrucción de arterias, en términos sencillos, puede compararse con tuberías tapadas. Cuando un paciente llega a la sala de emergencias con dolor en el pecho, el primer paso es realizar un electrocardiograma para determinar si se trata de un síndrome coronario agudo.
El diagnóstico de obstrucciones en las arterias se realiza mediante un cateterismo, que introduce un catéter en las arterias y utiliza contraste para identificar bloqueos. Según el Dr. Santiago, la diferencia entre un infarto «malo» y uno «menos malo» radica en el grado de obstrucción de la arteria. Si la arteria está completamente bloqueada, el tiempo es crucial: la intervención debe realizarse dentro de los primeros 90 minutos para maximizar las probabilidades de éxito.
En Puerto Rico, sin embargo, el acceso a estos procedimientos es limitado, ya que menos de diez centros pueden realizar angioplastías primarias, lo que presenta un desafío, especialmente para pacientes en áreas rurales. Ante los síntomas de un infarto, la rapidez en la intervención es vital para salvar vidas.
Tras un cateterismo exitoso, los pacientes deben continuar un tratamiento médico riguroso, que incluye medicamentos antiplaquetarios como aspirina y Plavix. El Dr. Santiago subraya la importancia de no interrumpir este tratamiento sin consultar a un cardiólogo, ya que podría generar complicaciones graves.
El especialista también abordó el tema de las oclusiones totales crónicas, casos que antes se consideraban irreversibles. Gracias a los avances en tecnología y técnicas, es posible intervenir con éxito en estos casos, con un porcentaje de éxito de hasta un 91% en el primer intento.
Finalmente, el Dr. Santiago resaltó la importancia de un enfoque multidisciplinario en el tratamiento cardiológico, que involucra la colaboración de cardiólogos clínicos, intervencionales y cirujanos cardíacos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya sea mediante intervenciones quirúrgicas o manejo médico adecuado.