En Puerto Rico, ocurren aproximadamente 35,000 infartos cerebrales o accidentes cerebrovasculares (ACV) al año, una cifra comparable a la de los infartos cardíacos, lo que subraya la gravedad y frecuencia de esta condición.
Así lo explicó el Dr. Luis Rivera Ramos, neurólogo y director médico de la Unidad de Stroke del Hospital Auxilio Mutuo San Pablo, quien advierte que los ACV representan la tercera causa de muerte en la isla y, en muchos casos, dejan secuelas incapacitantes en quienes sobreviven.
En este contexto, el Hospital Auxilio Mutuo San Pablo, se destaca por contar con una Unidad de Stroke especializada, única en su tipo en el área metropolitana. “La importancia del Hospital Auxilio Mutuo San Pablo es que cuenta con una unidad específica, diseñada y preparada para atender este diagnóstico. No es solo un área física, es un andamiaje completo, con personal entrenado y tecnología disponible las 24 horas, los 7 días de la semana”, señaló el Dr. Rivera.
Un enfoque integral y urgente
Uno de los principales diferenciadores del hospital es su capacidad de atención inmediata en la sala de emergencia, donde se activa un protocolo específico para casos de stroke. “Sabemos que el tratamiento de los infartos cerebrales es extremadamente dependiente del tiempo.
“Solo tenemos una ventana de tres horas desde que comienzan los síntomas para administrar el TPA, un medicamento anticoagulante. En nuestra institución este medicamento se administra de inmediato si el paciente califica”, explicó.
El lema en neurología es claro: “el tiempo es cerebro”. Por cada minuto que pasa durante un ACV, millones de neuronas mueren, por lo que la rapidez del diagnóstico y tratamiento es vital. “La llegada del paciente a nuestra sala de emergencia es crucial. Ya nuestro equipo está entrenado y el protocolo establecido. El mayor reto es que el paciente o su familia identifiquen los síntomas rápidamente y contacten al 911 para que una ambulancia lo traiga al hospital adecuado”, enfatizó.
Tecnología y personal altamente capacitado
La Unidad de Stroke del Hospital Auxilio Mutuo San Pablo no solo se distingue por su respuesta rápida, sino también por la tecnología avanzada con la que cuenta. “Tenemos acceso inmediato a neuroimágenes como tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM), que permiten diagnósticos certeros del cerebro y los vasos sanguíneos.
“Además, realizamos estudios cardiológicos para identificar causas cardíacas del infarto cerebral”, indicó el neurólogo.
Pero tan importante como la tecnología es el personal. “Todas las enfermeras reciben adiestramientos específicos y continuos en el manejo de pacientes con infartos cerebrales. Saben qué medicamentos se deben administrar, qué signos deben vigilar y cuándo intervenir. Esto garantiza una atención consistente y de alta calidad”, afirmó.
Concienciación: el primer paso para salvar vidas
El Dr. Rivera subrayó que uno de los mayores retos es la educación del público. Reconocer los síntomas puede marcar la diferencia entre la vida, la muerte o una discapacidad permanente.
“Un derrame cerebral puede manifestarse con dificultad para hablar, desviación de la cara o debilidad en un brazo o pierna. Si estos síntomas ocurren de forma repentina, hay que llamar al 911 de inmediato. No esperar, no consultar al médico de cabecera, no ir a una oficina médica. Cada segundo cuenta”, alertó.
Durante el mes de mayo, el hospital llevó a cabo campañas educativas en su lobby y otras áreas de la zona metropolitana. “Queremos que la población sepa qué hacer y a dónde ir. No todos los hospitales tienen neurólogos disponibles 24/7. En Puerto Rico, lamentablemente, solo dos hospitales ofrecen este servicio actualmente”, concluyó el Dr. Rivera.