Investigación revela estrategia innovadora para combatir resistencias a antibióticos 

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Este enfoque podría frenar la propagación de cepas resistentes a los antimicrobianos, una de las amenazas más graves para la salud pública global, según los investigadores. Imagen de archivo

Un estudio internacional con la participación de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y liderado por la Universidad de California en San Diego propone una nueva estrategia en la lucha contra las resistencias antibacterianas: la reducción del magnesio (Mg²⁺) disponible en el entorno de las bacterias. Este enfoque podría frenar la propagación de cepas resistentes a los antimicrobianos, una de las amenazas más graves para la salud pública global, según los investigadores.

Los hallazgos, publicados en la revista Science Advances, sugieren que el control de los niveles de magnesio en ambientes bacterianos puede ser tan eficaz como el desarrollo de nuevos antibióticos, que es costoso y complicado. Jordi Garcia-Ojalvo, catedrático del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la UPF, formó parte del equipo que elaboró esta investigación.

El estudio destaca que los ribosomas, componentes esenciales de las células que sintetizan proteínas, son un blanco habitual de los antibióticos. No obstante, las cepas resistentes, como la mutante L22 de Bacillus subtilis, evidencian que mutaciones en los ribosomas generan resistencia a fármacos como la eritromicina sin que dicha resistencia se propague a toda la especie.

Gürol M. Süel, líder de la investigación, explica que la mutación de la cepa L22 conlleva un coste fisiológico que la desventaja frente a otras cepas cuando hay escasez de magnesio. Al acumular más Mg²⁺ en sus ribosomas, las bacterias mutantes enfrentan una limitación de esta molécula clave para el funcionamiento de la ATP, la fuente de energía celular, lo que compromete su supervivencia.

El equipo utilizó modelos computacionales para analizar la dinámica del Mg²⁺ intracelular y los niveles de ATP activo, confirmando que, a pesar de su resistencia, las bacterias L22 enfrentan dificultades en su crecimiento en entornos con bajo magnesio. Este descubrimiento subraya la relevancia de investigar las interacciones entre los ribosomas y iones inorgánicos, abriendo la puerta a innovaciones en el combate contra la resistencia a los antibióticos.

Con pronósticos alarmantes que señalan que más de 39 millones de personas podrían morir en 2050 por infecciones resistentes a antibióticos, según un análisis publicado en The Lancet, el enfoque de limitar la disponibilidad de magnesio representa una esperanza valiosa en la lucha contra esta crisis de salud global. La investigación invita a profundizar en nuevas estrategias que cambien el juego y ayuden a frenar el avance de estas cepas resistentes.

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