La Asociación Americana de Diabetes (ADA) publicó su Guía 2026, una actualización que introduce cambios sustanciales en el diagnóstico, clasificación y manejo terapéutico de la diabetes. El documento resalta la importancia de detectar la enfermedad de forma temprana y ajustar el tratamiento de acuerdo con las comorbilidades del paciente.
Diagnóstico: énfasis en la detección temprana
La ADA mantiene los criterios tradicionales de diagnóstico, que incluyen:
- HbA1c ≥6,5 %
- Glucosa en ayunas ≥126 mg/dl, tras al menos 8 horas sin ingesta calórica.
- Glucosa ≥200 mg/dl a las 2 horas en la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTGO).
- Glucosa aleatoria ≥200 mg/dl en presencia de síntomas clásicos de hiperglucemia.
La guía insiste en que, en ausencia de síntomas inequívocos, el diagnóstico debe confirmarse con una segunda prueba. Un cambio clave es el reposicionamiento de la PTGO como la prueba más sensible para detectar disglucemia temprana, lo que permitirá identificar antes a las personas en riesgo de desarrollar diabetes.
Una visión más precisa de los tipos de diabetes
La Guía ADA 2026 detalla los mecanismos y características clínicas de cada tipo:
- Diabetes tipo 1 (autoinmune): destrucción inmunomediada de células beta, inicio agudo y tendencia a cetosis.
- Tipo 1 idiopática: insulinopenia sin autoanticuerpos.
- Diabetes tipo 2: resistencia a la insulina y pérdida progresiva de secreción; representa 90–95% de los casos.
- Diabetes monogénica (MODY): mutaciones específicas que afectan la secreción de insulina, con herencia autosómica dominante.
- Diabetes de origen pancreático: secundaria a daño estructural por pancreatitis, cáncer o cirugía.
- Diabetes inducida por fármacos: asociada a corticoides, antipsicóticos, inmunoterapia (ICI) y antirretrovirales.
- Diabetes gestacional: diagnosticada entre el segundo y tercer trimestre, con riesgo posterior de diabetes tipo 2.
Tratamiento: enfoque individualizado según comorbilidades
La ADA 2026 reafirma que la metformina continúa como tratamiento de primera línea, pero su combinación inicial dependerá de las comorbilidades del paciente, reforzando un enfoque más personalizado.
Con respecto a las recomendaciones terapéuticas según condiciones asociadas, la guía presenta lo siguiente:
- Enfermedad cardiovascular: iSGLT2 o agonistas del receptor GLP-1 (AR-GLP1) como semaglutida oral o subcutánea, liraglutida o dulaglutida.
- Enfermedad renal crónica: iSGLT2 o semaglutida subcutánea.
- Falla cardíaca: dapagliflozina o empagliflozina.
- MASLD (enfermedad hepática metabólica): semaglutida, tirzepatida o pioglitazona.
- Sobrepeso y obesidad: AR-GLP1 o terapias duales AR-GLP1/GIP como semaglutida o tirzepatida.
Indicaciones para iniciar insulina
La guía específica que se debe considerar insulina cuando exista:
- Sintomatología marcada de hiperglucemia.
- HbA1c >10 %
- Glucosa ≥300 mg/dL
- Falla al tratamiento oral o inyectable no insulínico.
Un nuevo estándar para un manejo más preciso
Con estas actualizaciones, la Guía ADA 2026 refuerza la importancia de la detección oportuna, la clasificación correcta y la selección terapéutica basada en comorbilidades, elementos centrales para mejorar el control glucémico y reducir complicaciones a largo plazo.
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