La endocrinóloga, especialista en menopausia Viviana Sánchez señaló la urgencia de atender la obesidad en mujeres menopáusicas desde un enfoque hormonal e integral. Durante una entrevista con PHL, la especialista dejó claro que la menopausia no sólo implica síntomas como sofocones e insomnio, sino también transformaciones profundas en la composición corporal que aumentan el riesgo de enfermedades crónicas.
“Las mujeres vivimos más que los hombres, pero estamos durando más tiempo con enfermedades crónicas”, alertó la doctora Sánchez. La médica explicó que la caída en los niveles de estrógeno durante la perimenopausia y la menopausia conlleva una redistribución de la grasa corporal, especialmente en el abdomen, lo que eleva el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiometabólicas y hasta ciertos tipos de cáncer.
Según la experta, estos cambios no se evidencian necesariamente en la balanza. “Una mujer puede pesar lo mismo y sin embargo desarrollar más ‘barriguita’… Esa grasa abdominal es visible, pero hay otra que no vemos, la grasa visceral, que envuelve órganos y puede ser letal”.
Además, advirtió que síntomas comunes como los sofocones pueden ser una señal temprana de que el cuerpo se encuentra en una transición riesgosa: “La severidad y frecuencia de los sofocones está asociada a un mayor aumento de peso en el futuro. Aunque una paciente esté en su peso saludable hoy, estos síntomas deben encender las alertas”.
La Dra. Sánchez llamó a iniciar cambios en el estilo de vida desde la perimenopausia, una etapa que puede comenzar desde los 41 años y durar hasta una década antes de la menopausia propiamente. “No debemos esperar a llegar a la menopausia. Tenemos que prepararnos antes. Todas vamos a llegar”, enfatizó.
En cuanto a los tratamientos, la doctora defendió el uso responsable de la terapia hormonal sustitutiva, cuyo estigma, asegura, se basa en una interpretación incompleta del estudio Women’s Health Initiative del 2002. “Ese estudio solo usó un tipo de hormona y dejó fuera muchos beneficios. Incluso, se demostró que las mujeres que solo recibieron estrógeno tuvieron una disminución del riesgo de cáncer de seno”, recalcó.
También destacó que esta terapia es accesible y segura bajo la supervisión de especialistas capacitados. “No hay que gastar fortunas en suplementos que no están regulados. Lo importante es recibir orientación médica basada en evidencia”.
La nutrición y el ejercicio son dos pilares innegociables, según la Dra. Sánchez. Pero no cualquier tipo: “El ejercicio de resistencia es el que tiene evidencia clara de aumentar masa muscular y ayudar a quemar grasa. Las mujeres en esta etapa necesitan proteína, fibra y energía. Hacer ejercicio en ayunas es fatal. Eleva el cortisol y promueve más grasa abdominal”.
La Dra. Sánchez hizo un llamado a dejar de seguir ciegamente tendencias de redes sociales y a buscar ayuda médica especializada. “No todas las dietas ni rutinas aplican para todas. Una mujer de 20 años que ha perdido sus ovarios puede estar en menopausia. No se trata de edad, sino de biología. Necesitamos una medicina individualizada, accesible y empática”, concluyó.