En el mundo de la oncología, el pembrolizumab ha emergido como un tratamiento prometedor para prolongar la vida de pacientes que enfrentan diversas formas de cáncer. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos. Un análisis reciente sobre las lesiones pulmonares asociadas a este tratamiento evidencia los desafíos diagnósticos y terapéuticos que pueden surgir en su aplicación.
El pembrolizumab es un anticuerpo monoclonal que actúa sobre la proteína de muerte celular programada 1 (PD-1), potenciando la respuesta inmune del organismo para combatir células cancerosas. A pesar de sus beneficios, se ha observado que esta inmunoterapia puede causar efectos adversos, especialmente en el sistema respiratorio. Las lesiones pulmonares son uno de los efectos secundarios más serios, lo que plantea la necesidad de un seguimiento cuidadoso en los pacientes tratados con este tipo de medicamentos.
Recientemente, un equipo médico atendió a una paciente femenina de 40 años, quien había sido tratada previamente por un melanoma maligno en la región glútea izquierda. Tras la cirugía y el uso de inhibidores de puntos de control inmunitario, la paciente fue transferida a pembrolizumab para continuar su tratamiento oncológico. Sin embargo, su situación se complicó cuando se detectaron múltiples nódulos en los campos pulmonares a través de imágenes de tórax, a pesar de que no presentaba síntomas como tos, fiebre o disnea.
Las pruebas broncoscópicas no mostraron anormalidades significativas, y los cultivos realizados para detectar infecciones resultaron negativos. Ante esta situación, se optó por realizar un lavado broncoalveolar y una biopsia por aspiración guiada por ecografía endobronquial, lo que permitió identificar lesiones inflamatorias agudas y crónicas en los pulmones, llevando al diagnóstico de lesión pulmonar inducida por pembrolizumab.
Tratamiento y recuperación
La paciente fue sometida a una terapia de pulso con esteroides, seguida de una reducción gradual de la medicación, lo que resultó en una notable mejoría de las sombras pulmonares observadas en las imágenes. Actualmente, se encuentra bajo vigilancia médica y no requiere tratamiento con esteroides.
Este caso resalta la importancia de la monitorización de las lesiones pulmonares en pacientes que reciben inmunoterapia como el pembrolizumab. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar los resultados en estos pacientes. Además, subraya el desafío que representa diagnosticar lesiones pulmonares solo a partir de imágenes, lo que hace indispensable el uso de técnicas de broncoscopia y toma de muestras de tejido.
La experiencia acumulada en estos casos puede contribuir a optimizar el abordaje clínico y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. La colaboración multidisciplinaria y la investigación continua son fundamentales para enfrentar estos retos en el tratamiento del cáncer.