Las enfermedades cardíacas son a menudo vistas como un problema predominantemente masculino, pero en realidad, representan la principal causa de muerte tanto para hombres como para mujeres en los Estados Unidos.
El síntoma más común de ataque cardíaco en las mujeres es el mismo que en los hombres: algún tipo de dolor en el pecho, presión o incomodidad que dura más de unos pocos minutos o aparece y desaparece.
Pero el dolor en el pecho no siempre es intenso y puede incluso no ser el síntoma más perceptible, particularmente en las mujeres. Las mujeres suelen describir el dolor del ataque cardíaco como una presión u opresión. Además, es posible tener un ataque cardíaco sin dolor en el pecho.
No es inusual que las mujeres sientan los ataques cardíacos de forma diferente a los hombres.
“Con frecuencia, las mujeres suponen que se trata de un intenso dolor torácico, como si se apoyara un objeto pesado encima del pecho”, explica la Dra. M. Barbara Srichai-Parsia, directora del Programa de Salud Cardíaca de la Mujer en MedStar Health, en Washington D.C. Pero no siempre es así.
Algunos síntomas pueden coincidir, pero “no pretendo que [las mujeres] acudan con un tipo de síntomas similares a los que vemos en un hombre de 65 años que sufre un ataque al corazón”, señala Srichai-Parsia.
Estos son algunos de los signos más comunes de un ataque al corazón en las mujeres:
1. Presión molesta, compresión, congestión o dolor en el centro del pecho que dura más de unos minutos
2. Dolor o malestar en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago
3. Dificultad para respirar con o sin molestias en el pecho
4. Sudor frío repentino
5. Náuseas y vómitos
6. Mareos
Además de los síntomas, existen factores de riesgo específicos que pueden impactar la salud cardiovascular de las mujeres de manera diferente.
La diabetes, por ejemplo, aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas en mujeres, y el estrés emocional y la depresión pueden tener un efecto aún más pronunciado en su salud. Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la inactividad física, la menopausia y complicaciones durante el embarazo.
La literatura médica enfatiza la importancia de adoptar un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Esto incluye no fumar, mantener una dieta balanceada rica en frutas, verduras y granos integrales, y realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días. También es esencial controlar el estrés, limitar el consumo de alcohol y seguir los tratamientos médicos recomendados.
Finalmente, es vital que las mujeres presten atención a los síntomas de un posible ataque cardíaco y busquen atención médica de inmediato si presentan señales alarmantes. Conocer y comprender estos factores puede marcar una diferencia significativa en la salud cardiovascular de las mujeres.
Fuente: American Heart Association