La sarcopenia, una condición que se caracteriza por la pérdida de masa muscular y fuerza, ha cobrado relevancia en el ámbito de la salud geriátrica, especialmente en pacientes mayores hospitalizados. Un reciente estudio ha demostrado la prevalencia de esta condición, evidenciando su capacidad para predecir resultados negativos en la salud de este grupo etario. La identificación precisa de la sarcopenia se ha convertido en un elemento crucial para el pronóstico y manejo de los pacientes mayores en entornos hospitalarios.
En la investigación, se evaluó la prevalencia de sarcopenia entre adultos mayores hospitalizados utilizando tres métodos de diagnóstico distintos. Se reclutaron pacientes de diversas unidades geriátricas, donde se aplicó el análisis de impedancia bioeléctrica para estudiar la masa muscular y la composición corporal.
Los criterios europeos y asiáticos fueron utilizados para el diagnóstico de sarcopenia, además de un enfoque modificado que consideró los puntos de corte colombianos para la prensión manual y la velocidad de la marcha. Con estos datos, se realizó un análisis de conglomerados para agrupar a la población según características comunes.
Los resultados fueron reveladores: las tasas de prevalencia de sarcopenia y sarcopenia grave oscilaron entre el 7,3% y el 31,6%. La concordancia entre los diferentes enfoques diagnósticos mostró una concordancia sustancial o casi perfecta en el 30% de las comparaciones de sarcopenia y el 46,6% en las de sarcopenia grave.
El análisis de conglomerados identificó tres grupos distintos: el primero, asociado con un incremento en la edad, el índice de masa corporal (IMC) y la grasa corporal, además de un deterioro en el estado funcional y muscular; el segundo conglomerado, el más saludable, mostró un alto estado funcional y masa muscular; mientras que el tercer grupo presentó características intermedias.
Este estudio resalta la necesidad de establecer criterios de diagnóstico estandarizados y herramientas precisas de evaluación en unidades de cuidados intensivos geriátricos. La heterogeneidad observada entre los adultos mayores subraya la necesidad de una evaluación meticulosa que contemple no solo los criterios diagnósticos, sino también otros parámetros relevantes para una intervención adecuada.
De esta forma, la sarcopenia tiene una alta prevalencia en la población de adultos mayores hospitalizados, lo que enfatiza la importancia de su detección y evaluación. La implementación de criterios ajustados y la inclusión de diversas métricas facilitarán el desarrollo de estrategias de tratamiento más efectivas, mejorando así la calidad de vida de estos pacientes vulnerables. La atención a la sarcopenia puede ser la clave para transformar el pronóstico de salud en la tercera edad.
