La obesidad no es una debilidad personal ni un problema estético. Es una condición médica crónica, multifactorial y progresiva, influenciada por la genética, las hormonas, el entorno, la alimentación, la salud emocional y las desigualdades en el acceso a servicios de salud. Con ese enfoque se celebró en San Juan la 2ª Reunión Científica de la Sociedad de Obesidad y Síndromes Asociados de Puerto Rico, un evento que convocó a profesionales de diversas ramas de la medicina, así como a pacientes y comunicadores comprometidos con transformar la visión social y clínica de esta enfermedad.
Nuestra periodista, Mayra Acevedo, tuvo la oportunidad de conversar con la presidenta de la sociedad, Dra. Paola Mansilla-Letelier, quien enfatizó que “no se puede hablar de obesidad sin incluir a nefrólogos, cardiólogos, psicólogos, dietistas, trabajadores sociales y médicos primarios”. Recordó que más del 77% de la población adulta en Puerto Rico vive con sobrepeso u obesidad, lo que la convierte en una de las condiciones más urgentes a nivel de salud pública.
Durante el evento se abordaron enfoques clínicos innovadores, herramientas terapéuticas y estrategias para combatir la estigmatización del paciente con obesidad. “La obesidad es tratable, pero primero hay que dejar de verla como un fallo moral”, recalcó la Dra. Mansilla-Letelier
Menopausia, hormonas y el «peso» invisible que llevan las mujeres
Uno de los temas más aplaudidos fue el impacto de las hormonas y la menopausia en el peso corporal. La Dra. Viviana Sánchez, endocrinóloga especializada en menopausia, explicó que muchas pacientes acuden a consulta confundidas porque aumentan de peso a pesar de mantener los mismos hábitos. “Es un cambio hormonal profundo. Disminuyen los estrógenos, cambia el metabolismo, aumenta la grasa visceral, y eso no se resuelve con solo contar calorías”, detalló.
Sanchez destacó que el estrés crónico, la falta de sueño y la pérdida de masa muscular son factores que agravan este cuadro. “La menopausia no debe ser vista como una etapa de deterioro, sino como una oportunidad de reconectar con nuestro cuerpo y proteger nuestra salud futura”.
Recomendó a las mujeres posmenopáusicas incorporar ejercicios de fuerza, realizar evaluaciones hormonales y buscar apoyo profesional para evitar tratamientos inseguros que se ofrecen fuera del marco médico. “La masa muscular es nuestro seguro de salud para el futuro. Hay que cuidarla”.
La voz del paciente: Jay Fonseca rompe el silencio acerca de su lucha contra la obesidad
Uno de los momentos más emotivos del evento fue la participación del periodista Jay Fonseca, quien compartió su experiencia como paciente con obesidad. “Por años pensé que todo era falta de voluntad. Pero aprendí que mi cuerpo tenía una biología distinta. Vivía con hambre todo el tiempo”, confesó.
Fonseca relató cómo su diagnóstico cambió cuando un equipo médico lo evaluó integralmente, incluyendo aspectos hormonales y emocionales. “Nadie quiere vivir enfermo. Pero si el sistema solo te regaña o se burla de ti, te quita las ganas de buscar ayuda”, señaló.
Criticó que muchos tratamientos efectivos no estén cubiertos por planes médicos en Puerto Rico y abogó por políticas públicas más justas. “La cirugía no es una salida fácil. Es un cambio de vida. Y requiere educación, apoyo psicológico y seguimiento. No es magia”.
Su testimonio sirvió para recordar que detrás de cada paciente con obesidad hay una historia humana compleja. “La vergüenza mata más que el colesterol”, concluyó con firmeza.
Nuevas terapias y retos en el acceso al tratamiento farmacólogico para la obesidad
La Dra. Milliette Alvarado, endocrinóloga, presentó los avances en terapias farmacológicas para tratar la obesidad, especialmente los medicamentos que actúan sobre el eje intestino-cerebro y ayudan a controlar el apetito. “Estos tratamientos pueden transformar la vida de un paciente que lleva años luchando sin resultados. No es solo rebajar, es mejorar la salud metabólica”.
Sin embargo, alertó sobre la proliferación de medicamentos no aprobados por la FDA que se venden por redes sociales o en clínicas sin licencia. “Eso puede causar graves complicaciones. El tratamiento debe estar guiado por evidencia y supervisión médica”, enfatizó.
Por su parte, la Dra. Mansilla-Letelier insistió en la importancia de que los planes médicos incluyan cobertura para el manejo de la obesidad. “No podemos seguir esperando que el paciente pague de su bolsillo por una enfermedad que afecta a más del 70% del país”.
El evento cerró con un mensaje claro: la obesidad debe tratarse con ciencia, sin estigma, y con políticas públicas que garanticen acceso equitativo a los tratamientos.
Obesidad infantil: prevenir desde la niñez, actuar en familia y asumir la responsibilidad de nuestra salud
La endocrinóloga pediátrica Dra. Sheila Pérez Colón ofreció una de las ponencias más importantes del evento, enfocada en la obesidad infantil. “En Puerto Rico, casi el 30% de los estudiantes de escuela superior ya presentan sobrepeso u obesidad. Esto no es un problema de adultos solamente”, advirtió.
Explicó que el diagnóstico en niños se hace usando percentilas del índice de masa corporal según edad y sexo, ya que están en desarrollo. “A partir del percentil 85 hablamos de sobrepeso, y del 95, de obesidad. Y no hay que esperar a que aparezcan complicaciones para intervenir”, dijo.
Además, alertó sobre el impacto emocional: muchos niños con obesidad enfrentan ansiedad, depresión y bullying escolar. “Por eso, el enfoque debe ser integral y familiar. Los niños no deciden solos. Si los padres cambian, los hijos también”.
Entre sus recomendaciones clave para prevenir la obesidad en la niñez están:
- Evitar bebidas azucaradas y preferir frutas enteras.
- Promover al menos una hora diaria de actividad física.
- Mantener horarios de sueño consistentes, incluso en vacaciones.
“La obesidad no es culpa de nadie, pero sí es responsabilidad de todos”, concluyó con firmeza.