“Obinutuzumab más terapia estándar fue claramente más eficaz que la terapia estándar sola para inducir respuesta renal completa en pacientes con nefritis lúpica activa”, señaló el Dr. Richard Furie, investigador principal del ensayo REGENCY, al presentar los resultados publicados en The New England Journal of Medicine. El fármaco, un anticuerpo monoclonal humanizado tipo II anti-CD20, había mostrado eficacia en estudios de fase 2 y ahora confirma su potencial en un ensayo de fase 3.
El estudio incluyó a 271 adultos con nefritis lúpica activa confirmada por biopsia, asignados aleatoriamente a recibir obinutuzumab en dos esquemas de dosis o placebo, además del tratamiento estándar con micofenolato mofetilo y prednisona en dosis descendentes. El objetivo primario fue lograr una respuesta renal completa a la semana 76, definida por reducción de proteinuria (cociente proteína/creatinina <0,5), función renal conservada (TFG ≥85 % del valor basal) y ausencia de eventos intercurrentes como rescate terapéutico o abandono del ensayo.
Los resultados fueron contundentes: 46,4 % de los pacientes tratados con obinutuzumab alcanzaron respuesta renal completa frente a 33,1 % en el grupo placebo, una diferencia ajustada de 13,4 puntos porcentuales (IC 95 %: 2,0–24,8; p=0,02). Además, más pacientes en el grupo obinutuzumab lograron la meta con dosis bajas de prednisona (≤7,5 mg/día) entre las semanas 64 y 76 (42,7 % vs. 30,9 %), y se observaron mejores tasas de reducción de proteinuria (<0,8) sin eventos intercurrentes (55,5 % vs. 41,9 %).
En cuanto a seguridad, no se identificaron señales inesperadas. Sin embargo, los eventos adversos graves fueron más frecuentes en el grupo obinutuzumab, principalmente infecciones y complicaciones relacionadas con COVID-19. Aun así, el balance beneficio-riesgo fue considerado favorable, dada la magnitud de la mejoría clínica alcanzada.
La nefritis lúpica, una de las complicaciones más graves del lupus eritematoso sistémico, afecta hasta al 60 % de los pacientes y está asociada a insuficiencia renal crónica y mortalidad prematura. Los tratamientos actuales combinan inmunosupresores con corticoides, pero muchos pacientes no logran respuestas completas o sufren efectos secundarios significativos.
Este estudio refuerza la relevancia de los anticuerpos anti-CD20 en la terapéutica del lupus. Al dirigirse específicamente contra linfocitos B, obinutuzumab ofrece un mecanismo más preciso de inmunomodulación, con resultados clínicos superiores a la inmunosupresión convencional.
En conclusión, el ensayo REGENCY representa un paso adelante para mejorar el pronóstico de pacientes con nefritis lúpica activa. Si bien se requieren más datos de seguimiento a largo plazo y evaluaciones de seguridad en poblaciones más amplias, la evidencia respalda la incorporación de obinutuzumab como una opción sólida dentro del arsenal terapéutico contra esta enfermedad.
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