Un caso clínico poco común ha sido reportado, destacando la importancia de la vigilancia médica ante síntomas abdominales persistentes. Una mujer de 45 años presentó una complicación atípica de apendicitis, con formación de un absceso y una fístula en la pared abdominal.
Detalles del caso
La paciente acudió a urgencias tras siete días de dolor e inflamación en el abdomen inferior. Los estudios de imagen iniciales revelaron un absceso en la pared abdominal, pero no detectaron apendicitis. Tras una intervención inicial que se complicó por adherencias, una laparotomía abierta reveló que el apéndice se había perforado, creando una fístula hacia la pared abdominal.
Este caso subraya la necesidad de que los médicos consideren la posibilidad de apendicitis perforada en pacientes con abscesos en la pared abdominal, especialmente si presentan dolor en el cuadrante inferior derecho y leucocitosis. Incluso si las pruebas de imagen iniciales no muestran signos claros de apendicitis, la sospecha clínica debe permanecer alta.
La apendicitis aguda es una emergencia quirúrgica común, pero su presentación puede variar. La formación de abscesos crónicos y fístulas, como en este caso, es una complicación rara que requiere un alto nivel de sospecha diagnóstica. Este informe de caso sirve para ilustrar los desafíos en el diagnóstico de presentaciones atípicas de apendicitis y enfatiza la importancia de una evaluación clínica exhaustiva.
En la discusión del caso, los expertos señalaron que “la investigación ha demostrado que el hallazgo de un absceso extraluminal tiene una especificidad de hasta el 100% para la apendicitis perforada”
Sin embargo, en el caso de esta paciente, “la formación de una fístula condujo al desarrollo del absceso en la pared abdominal en lugar de rodear el apéndice. Tal presentación en la tomografía computarizada (TC) complica, de hecho, el diagnóstico rápido de un apéndice perforado”, afirmaron.
También es importante destacar: “En este caso, la presentación se complicó por la formación de una fístula, lo que dificultó el diagnóstico a pesar de las técnicas de imagen avanzadas. Este caso subraya la necesidad de una evaluación clínica cuidadosa en pacientes con dolor persistente en el cuadrante inferior y formación de abscesos”.
“Informes anteriores sugieren que el dolor abdominal insidioso con leucocitosis debería generar sospechas de apendicitis perforada, incluso cuando los hallazgos de las imágenes no sean concluyentes”, determinaron los expertos en la discusión del caso.