¿Qué factores influyen en la depresión en adultos mayores?

frame fotos notas ph latam (35) (1)
La depresión se encuentra entre las condiciones neuropsiquiátricas más comunes en los adultos mayores, con estimaciones globales que varían entre el 3% y el 83%. Imagen de archivo

En México, se observa una elevada prevalencia de síntomas depresivos en personas mayores de 50 años, la cual ha aumentado en la última década, de acuerdo con datos de una investigación secundaria del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México (ENASEM), publicada en BMJ Open.

La depresión se encuentra entre las condiciones neuropsiquiátricas más comunes en los adultos mayores, con estimaciones globales que varían entre el 3% y el 83%, y una mediana del 44,3%. En México, se calcula que su prevalencia oscila entre el 13,2 % y el 35,6%, considerándola un problema de salud pública en el país desde 1999. 

Por su parte, un informe (en inglés) de la organización sin fines de lucro FAIR Health ha mostrado que la proporción de pacientes diagnosticados con problemas de salud mental ha crecido en todos los grupos etarios, siendo los mayores de 65 años quienes han experimentado el mayor aumento. La organización analizó una base de datos de aproximadamente 46,000 millones de registros de atención médica privada, incluyendo Medicare Advantage, para revisar las reclamaciones dentro de la red entre 2019 y 2023. 

El estudio reveló un incremento del 57.4% en los diagnósticos de salud mental entre los adultos mayores de 65 años, así como un aumento cercano al 36% en la franja de 51 a 64 años. Este informe concuerda con otras investigaciones que indican un aumento en la prevalencia de trastornos mentales desde el inicio de la pandemia. Se observó que casi el 20% de los pacientes con seguro privado que recibieron atención médica fueron diagnosticados con una condición de salud mental en 2023, cifra que se asemeja a las estimaciones del Instituto Nacional de Salud Mental.

A su vez, en Colombia, cerca del 60% de la población adulta sufre de depresión, según el estudio «Sentimiento de la Soledad en Adultos Mayores” que realizó la Universidad Javeriana. Los expertos aseguran que esta situación se ha agravado debido a la soledad y la preocupación por su economía. 

También, según un informe del Dane, en la actualidad hay 2.130.000 personas de este grupo que se encuentran activamente trabajando, 1,6 millones están jubilados y más de cuatro millones poseen su propia vivienda. Además, un informe de la empresa Nielsen indicó que esta población contribuye al menos con el 15% del crecimiento en el consumo de bienes y servicios en el país. 

Además, frente a este panorama se tiene en cuenta que en Colombia cerca del 85% de los adultos mayores no cuentan con un acceso a un especialista en psicología, ni a programas de bienestar emocional. 

Ahora, los resultados del estudio en México, revelan una relación con diversos factores demográficos, socioeconómicos, de salud y discapacidad. Este es el primer análisis que incluye una muestra nacional representativa para evaluar la prevalencia de síntomas depresivos clínicamente significativos y su evolución a lo largo del tiempo, centrándose en los determinantes de este trastorno mental en la población de adultos mayores. Su finalidad fue reportar la prevalencia de síntomas depresivos y los factores de riesgo asociados en personas de 50 años o más.

“Estos estudios son realmente enriquecedores para la salud pública e incluso para la toma de decisiones a nivel político, porque sabemos que representan a la población mexicana; este análisis es algo nuevo en nuestro país, aunque los resultados fueron esperados, era necesario comprobarlo», afirmó la Dra. Teresa Álvarez, gerontóloga del Instituto Nacional de Geriatría y autora principal de este  trabajo. 

La investigación se llevó a cabo mediante el análisis de los datos obtenidos en las olas de 2001, 2003, 2012 y 2015 del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México, un estudio prospectivo centrado en el envejecimiento que examina el impacto en la salud, la funcionalidad y la mortalidad, utilizando una muestra representativa y aleatoria de adultos mayores de 50 años, siguiendo el modelo del Estudio de Salud y Jubilación de Estados Unidos. 

Los síntomas depresivos se evaluaron a través de la escala CESD-9, que ha sido validada para su uso en la población mexicana. En el análisis se tomaron en cuenta factores demográficos, socioeconómicos, la autoevaluación de la salud, condiciones crónicas, y discapacidades en actividades instrumentales y básicas de la vida diaria.

Se analizaron los datos de 6,460 adultos mayores, de los cuales en cada ola se observó una predominancia femenina del 54% al 55%. Se halló que una mayor proporción de mujeres presentaba síntomas depresivos (70% frente a 49%), lo cual también se reflejó en los grupos de adultos mayores que no estaban empleados.

Asimismo, se encontró que aquellos con más síntomas depresivos reportaban un mayor número de afecciones crónicas y también indicaron una mayor dificultad en las actividades de la vida diaria (15%) y en las actividades instrumentales de la vida diaria.

Otros factores asociados con un incremento en los síntomas depresivos incluyeron tener menos de seis años de escolaridad, una autoevaluación negativa de la salud y pertenecer a un quintil inferior en términos de patrimonio neto.

Para el Dr. Oscar Ugalde, exjefe de la clínica de psicogeriatría del Instituto Nacional de psiquiatría, Ramón de la Fuente, si bien no participó en la investigación, comentó sobre este trabajo: «En esta publicación se ven diferentes factores relacionados con el trastorno depresivo mayor; aunque los resultados son parecidos a lo que hay en otros estudios, llama la atención que, si bien la edad es un factor, se encontró que la inmovilidad, así como las condiciones socioeconómicas influyen de manera importante. Siempre se ha confundido el hecho de ser mayor con la depresión, como un equivalente, y eso no es necesariamente cierto, tiene que ver más bien con los datos que aparecen en el estudio». 

Entre 2001 y 2003, la tasa de síntomas depresivos fue del 35%, pero para 2012 se observó un incremento al 36%, y en 2015 llegó al 38%. El estudio longitudinal mostró que los síntomas depresivos aumentaron con la edad y el número de enfermedades crónicas, así como con la deterioración en la autoevaluación de salud y la pérdida de empleo. 

«México es muchos Méxicos, falta hacer un análisis o un estudio que permita ver las diferencias por regiones o por niveles sociales, probablemente nos podamos encontrar con algunas sorpresas. Otra pregunta interesante sería: ¿qué factores son protectores? No solo hablar de los factores que favorecen la depresión y además sería interesante evaluar qué efecto han tenido los programas sociales de este gobierno, si es que han ayudado», expuso el experto. 

Por su parte, la Dra. Álvarez comentó: «Estas encuestas continúan, ya son más de 20 años de seguimiento a estos adultos mayores, realizado en olas que dan un refrescamiento de la muestra. El siguiente paso es seguir haciendo estudios comparativos utilizando estos datos, no nada más en términos de depresión, los datos son muy ricos, confiables y nos hablan de cómo se está experimentando la vejez en general».

Últimos artículos