¿Qué hace que las adolescentes sean más propensas a sufrir de depresión? Un estudio lo explica

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Las adolescentes con depresión persistente tenían niveles más altos de metabolitos neurotóxicos.

La depresión es un trastorno de salud mental que afecta a 280 millones de personas en el mundo y es el doble de común en mujeres que en hombres. Este patrón comienza a desarrollarse en la adolescencia, y un nuevo estudio publicado en Biological Psychiatry ha explorado los mecanismos biológicos que podrían explicar esta diferencia.

Investigadores del King’s College de Londres analizaron la vía de la quinurenina, un proceso metabólico que transforma el triptófano, un aminoácido presente en los alimentos, en compuestos neuroprotectores y neurotóxicos. Se descubrió que los adolescentes con mayor riesgo de depresión o diagnosticados con la enfermedad tenían niveles más bajos de ácido quinurénico, una sustancia neuroprotectora, con una reducción más evidente en las adolescentes mujeres. Esto sugiere que ellas podrían ser más vulnerables a los efectos negativos de un desequilibrio en esta vía metabólica.

El estudio, financiado por MQ Mental Health Research y apoyado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR), analizó muestras de sangre de 150 adolescentes brasileños de entre 14 y 16 años, divididos en tres grupos: bajo riesgo de depresión, alto riesgo y diagnosticados con depresión. Se les dio seguimiento durante tres años para evaluar la evolución de sus síntomas.

Los investigadores también midieron marcadores inflamatorios en la sangre, observando que los adolescentes con depresión o en alto riesgo presentaban una mayor actividad inflamatoria. Esto podría estar relacionado con una mayor producción de sustancias neurotóxicas en la vía de la quinurenina, incrementando el riesgo de depresión.

Según la profesora Valeria Mondelli, autora principal del estudio, “nuestro estudio indica que la vía de la quinurenina influye en el desarrollo de la depresión durante la adolescencia, lo que podría ayudarnos a comprender por qué hay una mayor incidencia en las chicas”. Además, los resultados mostraron que las adolescentes con depresión persistente tenían niveles más altos de metabolitos neurotóxicos, lo que podría dificultar su recuperación.

La Dra. Naghmeh Nikkheslat, primera autora del estudio, destaca que “la medición de las sustancias químicas implicadas en la vía de la quinurenina podría ayudar a identificar a quienes corren riesgo de padecer depresión persistente, especialmente entre las mujeres”. Este conocimiento podría contribuir al desarrollo de tratamientos más específicos, incluyendo opciones farmacológicas y cambios en el estilo de vida como la dieta y el ejercicio.

Este estudio representa un avance clave en la comprensión de los factores biológicos de la depresión en la adolescencia y podría abrir la puerta a estrategias más eficaces para su prevención y tratamiento.

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