Luz Stella Bueno Robles, enfermera oncóloga y docente de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, comparte una perspectiva integral sobre los desafíos y estrategias del equipo de enfermería para abordar los cambios en la sexualidad de los pacientes oncológicos durante la quimioterapia.
La especialista subraya que el abordaje debe comenzar desde el momento del diagnóstico, preparando a los pacientes no solo para los efectos físicos como náuseas o vómitos, sino también para los cambios que el tratamiento puede causar en su sexualidad. «Es fundamental entender la sexualidad de manera integral, abarcando aspectos físicos, emocionales y sociales que impactan desde el diagnóstico y, en muchos casos, años después de finalizado el tratamiento», explica.
La enfermería desempeña un papel clave al guiar a los pacientes y sus parejas mediante modelos como VEDER o ALAX, que ayudan a establecer una comunicación efectiva y a abordar el tema de manera estructurada. Bueno Robles resalta la importancia del feedback para confirmar que la información haya sido entendida correctamente. Además, destaca que no siempre se trata de ofrecer soluciones, sino de escuchar y validar las emociones y estrategias propias de los pacientes.
Uno de los mayores desafíos es romper el tabú alrededor del tema. Según Bueno Robles, muchos pacientes desconocen cómo la enfermedad y el tratamiento pueden afectar su sexualidad, y en ocasiones no encuentran espacios para expresarlo. «Los tiempos en consulta suelen ser muy cortos y no siempre se abren las puertas para abordar este tema», señala.
Desde el lado profesional, también persisten prejuicios y temores. “El reto está en reconocer que la sexualidad es una parte esencial del bienestar del paciente y en crear un espacio seguro para que puedan expresarse”, agrega.
Para abordar estas necesidades, es crucial contar con un equipo interdisciplinario que integre a enfermería, psicología, trabajo social y medicina. Solo así se podrá garantizar un acompañamiento integral que permita a los pacientes oncológicos superar barreras y mejorar su calidad de vida, incluso años después del tratamiento.
Esta reflexión pone de manifiesto la necesidad de priorizar la sexualidad como parte esencial del cuidado oncológico, un tema que, aunque históricamente relegado, es fundamental para el bienestar integral de los pacientes.
