Vacunas de ARN mensajero, una nueva esperanza en la lucha contra el cáncer

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Las vacunas de ARN mensajero podrían activar el sistema inmunitario y aumentar la respuesta de los tratamientos contra el cáncer.

Las vacunas de ARN mensajero (ARNm) desarrolladas contra el Covid-19 podrían tener un beneficio inesperado: estimular el sistema inmunitario para mejorar la respuesta frente al cáncer. Así lo sugiere un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado en Berlín, cuyos resultados iniciales abren una nueva línea de investigación en inmunoterapia.

“Hay una lógica científica detrás de por qué esto podría funcionar”, señaló Stephanie Dougan, profesora asociada de inmunología del cáncer en el Dana-Farber Cancer Institute, quien no participó en el estudio.

Un impulso al sistema inmune

El trabajo, liderado por el Dr. Adam Grippin del MD Anderson Cancer Center, analizó datos de más de 1,000 personas con cáncer de pulmón no microcítico avanzado tratadas con inmunoterapia entre 2019 y 2023.

De ellas, 180 habían recibido una vacuna de ARNm contra el Covid-19 dentro de los 100 días previos al inicio del tratamiento. Los resultados fueron llamativos: la supervivencia media de los vacunados fue de casi tres años, en comparación con poco más de año y medio en los no vacunados.

En un segundo análisis, con pacientes que padecían melanoma metastásico, se observó una tendencia similar: quienes fueron vacunados antes del tratamiento aún no habían alcanzado su mediana de supervivencia tras más de tres años de seguimiento. “Las vacunas de ARNm parecen activar el sistema inmune de forma equilibrada, en una especie de ‘zona dorada’ que potencia la inmunoterapia sin causar una respuesta excesiva”, explicó Dougan.

Cómo actúan las vacunas

Los experimentos en modelos animales mostraron que las vacunas de ARNm podrían estimular las células dendríticas, encargadas de alertar al sistema inmune sobre amenazas. Al activarse, estas células funcionan como un faro que guía a los linfocitos T hacia los tumores, facilitando su reconocimiento y ataque.

Jeff Coller, profesor de biología del ARN en Johns Hopkins Medicine, explicó que este tipo de vacunas aprovecha los mecanismos naturales del cuerpo. “Estamos aprovechando un proceso que el organismo ya conoce. Es usar el propio sistema biológico para luchar contra los tumores”.

Aunque los resultados son prometedores, los especialistas insisten en la cautela. El estudio es retrospectivo y se encuentra en fases iniciales. El equipo de Grippin ya prepara un ensayo clínico de Fase 3 para confirmar los hallazgos.

“Estos datos son emocionantes, pero deben ser validados en ensayos clínicos controlados antes de recomendar el uso de estas vacunas en pacientes oncológicos”, advirtió Grippin.

De confirmarse, este avance podría marcar el inicio de una nueva era en la oncología, donde las vacunas de ARNm no solo prevengan infecciones, sino que también ayuden al sistema inmunitario a combatir el cáncer.

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