VIH en Puerto Rico: de sentencia mortal a condición crónica manejable, pero con nuevos retos en salud pública

frame fotos notas ph latam (42)
Dr. Humberto Guiot, pasado presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico y Director Ejecutivo Interino del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico.

“Ya no es una sentencia de muerte.” Con esas palabras el Dr. Humberto Guiot, pasado presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico y Director Ejecutivo Interino del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, resume el cambio más importante en la historia del VIH: su transición de una enfermedad letal a una condición crónica que puede ser manejada con tratamiento adecuado. 

“La situación del VIH ha cambiado significativamente en las últimas décadas. Lo más importante es que hoy, con buena adherencia al tratamiento, una persona puede alcanzar una carga viral indetectable e intransmisible”, explicó el infectólogo. 

En otras palabras, cuando una persona con VIH está en tratamiento y su carga viral es indetectable, no puede transmitir el virus a sus parejas sexuales. Ese hallazgo, respaldado por múltiples estudios, de acuerdo con el especialista, ha sido clave para romper estigmas y redefinir lo que significa vivir con VIH en la actualidad.

Pero los avances clínicos no han sido suficientes para erradicar las barreras sociales y estructurales. Uno de los temas más destacados por Guiot fue la baja utilización del PrEP (profilaxis pre-exposición), una herramienta preventiva que ha demostrado ser altamente efectiva para reducir el riesgo de infección. Aunque está disponible en Puerto Rico, el acceso sigue siendo desigual.

“En Estados Unidos, cuando se comparan las poblaciones latinas con las blancas no hispanas, las latinas tienen mucho menos uso del PrEP. Hay que cerrar esas brechas”, enfatizó. Además del acceso, otros factores influyen: estigmas culturales, temor a ser juzgados, miedo a ser vistos entrando a una clínica de salud sexual o simplemente desconocimiento sobre estas opciones.

Guiot recordó que todavía hay quienes enfrentan miradas, burlas o comentarios hirientes por vivir con VIH. “Hemos caminado mucho, pero todavía queda camino por recorrer. Vemos en medios comentarios que perpetúan estigmas y eso nos demuestra que hay que seguir educando y creando sensibilidad”.

El Dr. Guiot explicó que si bien los datos recientes del Departamento de Salud reflejan una reducción en los nuevos diagnósticos de VIH en la isla, le preocupa que otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la sífilis, la clamidia y la gonorrea están en aumento. 

Particularmente alarmante es el regreso de la sífilis congénita (transmitida de madre a hijo durante el embarazo), que en algún momento se consideró erradicada en muchos lugares. “Eso nos obliga a redoblar esfuerzos. Prevenir una infección es salvar una vida y evitar que una persona tenga que medicarse de por vida para controlar una condición crónica”, puntualizó.

El manejo del VIH hoy requiere mucho más que un tratamiento antiviral. Según Guiot, debe incorporarse una visión integral del paciente, que incluya salud mental, apoyo nutricional y prevención de otras condiciones médicas. “Tal como hacemos con los pacientes de cáncer, las personas que viven con VIH necesitan atención holística. Hay que vigilar su salud cardiovascular, su salud mental, su nutrición. El cuidado no puede estar fragmentado”, dijo.

También advirtió sobre el impacto emocional que pueden tener las noticias relacionadas con posibles recortes de fondos federales para servicios de salud. “Recibimos comunicados que anuncian reducciones y al día siguiente se enmiendan, pero la ansiedad que provocan en los pacientes y hasta en los proveedores de salud es real. Por eso hay que recordarles que, pese a la incertidumbre, deben mantenerse en tratamiento, en seguimiento, y no tener miedo de buscar ayuda si sienten que su salud mental se ve afectada”.

El Dr. Guiot concluyó con un llamado urgente: combatir el estigma, abrir el diálogo y garantizar acceso a todos los recursos disponibles para la prevención y tratamiento del VIH. “Nadie debería sentir vergüenza de proteger su salud sexual. Hablar de VIH no debe ser un tabú. Y cada paso que demos para romper ese silencio, salva vidas”.

Últimos artículos