La migraña, un trastorno neurológico que afecta a una parte significativa de la población infantil, ha encontrado en la zonisamida una posible nueva opción terapéutica. Según resultados preliminares de un estudio retrospectivo, este tratamiento anticonvulsivo ha mostrado una reducción significativa en el número de días de dolor de cabeza por mes en niños y adolescentes con migraña, tanto en casos intratables como no intratables.
La Dra. Anisa F. Kelley, profesora adjunta de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y neuróloga infantil en el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago, compartió sus hallazgos con Medscape. «Zonisamida es eficaz para reducir los días de dolor de cabeza en pacientes jóvenes con migraña, y parece ser especialmente eficaz en aquellos con migrañas intratables, que son difíciles de tratar», afirmó la Dra. Kelley.
De la misma manera, se espera que los hallazgos sean presentados en el Congreso Anual de la American Academy of Neurology (AAN) de 2025 en abril.
La migraña es un trastorno común entre niños, niñas y adolescentes, caracterizado por ataques recurrentes que pueden afectar gravemente su calidad de vida. Actualmente, el topiramato es el único otro fármaco anticonvulsivo aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para la profilaxis de la migraña en pacientes pediátricos. Sin embargo, este medicamento presenta efectos secundarios que pueden interferir con el estado de alerta y la cognición, y requiere una dosificación dos veces al día.
Por el contrario, la zonisamida, que se administra una vez al día, presenta un perfil de efectos secundarios más favorable. Aunque puede causar fatiga y supresión del apetito, no está asociada con el deterioro cognitivo. Debido a su mayor tolerabilidad, la Dra. Kelley ha comenzado a utilizar zonisamida fuera de indicación para la prevención de la migraña en su centro, donde ha observado resultados positivos en su aplicación.
El estudio incluyó a 256 pacientes de entre 4 y 18 años, con una media de edad de 15 años. De estos, aproximadamente el 70% eran de sexo femenino. Antes de iniciar el tratamiento con zonisamida, los participantes presentaban un promedio de 18 migrañas recurrentes, con un 40% diagnosticado con migraña episódica y un 60% con migraña crónica.
Un 28% de los niños tenía migraña intratable, habiendo fracasado previamente en al menos dos tratamientos profilácticos, mientras que el 72% no había intentado aún tratamientos preventivos.
La Dra. Kelley destacó que la población pediátrica es «única» en su presentación de la migraña, ya que antes de la pubertad, los niños experimentan más migrañas que las niñas, mientras que después de la pubertad, la tendencia se invierte.
Los investigadores utilizaron registros médicos electrónicos para identificar pacientes con diagnóstico de cefaleas y recopilar datos sobre la frecuencia de las migrañas. El seguimiento de los participantes se clasificó en tres grupos temporales: 1 a 2 meses, 2 a 6 meses y 6 a 12 meses.
Aunque la zonisamida aún no ha sido ampliamente estudiada como profiláctica para la migraña en la población pediátrica, los resultados de este estudio sugieren que puede ser una alternativa valiosa para los jóvenes que sufren de esta condición debilitante. «Creo que vale la pena probar este fármaco en pacientes con migraña para ver si puede ayudar a reducir sus dolores de cabeza», concluyó la Dra. Kelley.