En Puerto Rico, la cirugía vascular enfrenta un panorama complejo, pocos especialistas, una población que envejece y procesos burocráticos que dificultan la llegada de nuevos talentos a la isla. Sin embargo, desde la Sociedad de Cirujanos Vasculares y Endovasculares de Puerto Rico se están impulsando ideas claras para revertir esta realidad y garantizar la atención de los pacientes.
El Dr. Gabriel Pereira Torrella, cirujano vascular y Presidente de la Sociedad de Cirujanos Vasculares y Endovasculares de Puerto Rico, explicó para PHL cuáles son los principales desafíos y qué estrategias podrían marcar la diferencia.
Una especialidad con pocos profesionales
“Somos pocos. Es una especialidad que inclusive son pocos en Estados Unidos, y la incidencia va aumentando a través de los años porque tenemos pacientes donde las enfermedades están en pacientes de más de 80 años”, señaló el Dr. Pereira.
El crecimiento en la expectativa de vida hace que cada vez se necesiten más cirujanos vasculares. Sin embargo, la oferta de médicos entrenados no alcanza a cubrir esa demanda. De ahí la importancia de ampliar las residencias de cirugía y permitir que cirujanos generales en formación realicen procedimientos como la creación de fístulas, apoyando así la cobertura en áreas críticas.
Otro de los puntos neurálgicos está en el proceso para ejercer en Puerto Rico. Según el Dr., la burocracia y la falta de apoyo económico inmediato hacen que muchos especialistas opten por quedarse en Estados Unidos, donde reciben ofertas mucho más atractivas.
“El proceso para poder ser un médico en Puerto Rico se tarda tanto. Y muchos de nosotros tenemos compromisos económicos, familia que tenemos que apoyar… sin ese apoyo, posiblemente a los médicos les ofrecen villas y castillas en Estados Unidos y se quedan allá”, explicó.
Para revertir esto, propone un acompañamiento desde los hospitales y los grupos médicos establecidos, de manera que los especialistas que ya cuentan con certificación en Estados Unidos encuentren un terreno fértil para regresar a la isla.
Centros de referencia: un modelo posible
El Dr. Gabriel Pereira también sugiere implementar un sistema de referencia similar al que ya utilizan los neurocirujanos, concentrar la atención en hospitales donde haya especialistas en cirugía vascular.
“Hay que implementar lugares donde sepamos dónde hay cirujanos vasculares y dirigir a esos pacientes a esos hospitales donde están establecidos”, indicó, mencionando instituciones como Menonita de Cayey y Caguas, Bayamón Medical Center, Hospital San Lucas en Ponce, Pavía en Manatí y Doctor’s Center.
Este modelo, explica, garantizaría que los pacientes lleguen al lugar correcto y reciban la atención adecuada, optimizando los recursos disponibles.
La realidad es compleja, pero no imposible de cambiar. Para el Dr. Pereira Torrella, el camino está dividido en tres acciones inmediatas: formar más especialistas, acompañar económicamente a quienes desean regresar y organizar centros de referencia para los pacientes.
“Yo creo que esos tres puntos son clave para que nosotros como sociedad podamos indagar. Como dije, hay muchos otros, pero son los tres puntos que podemos ir ahora mismo”, concluyó.