Autora: Por Carmen D. Zorrilla, MD. Catedrática Obstetricia y Ginecología. Escuela de Medicina UPR
En los pasados días ha surgido controversia y preocupación sobre la asociación del riesgo de autismo con el uso de acetaminofén en el embarazo. El comunicado de la FDA es claro: “Es importante señalar que, aunque se ha descrito una asociación entre el acetaminofén y condiciones neurológicas en muchos estudios, no se ha establecido una relación causal y existen estudios contrarios en la literatura científica… El acetaminofén es el único medicamento de venta libre aprobado para tratar la fiebre durante el embarazo, y las fiebres altas en mujeres embarazadas pueden representar un riesgo para sus hijos. Además, la aspirina y el ibuprofeno tienen efectos adversos bien documentados sobre el feto.”
En conclusión: el acetaminofén durante el embarazo no causa autismo en los niños. ¿Se puede recomendar? Si.
En Suecia se evaluó la exposición durante el embarazo, con datos de los hermanos en una misma familia, con 2.4 millones de niños, y no se observó aumento de riesgo de autismo, PTSD ni discapacidad intelectual con el uso prenatal de acetaminofén. Al eliminar los datos de los hermanos, encontró asociación. Esto sugiere que los estudios que encontraron asociaciones podrían explicarse por la falta de un grupo adecuado de comparación, y que los factores genéticos, familiares y de ambiente son importantes en la evaluación de riesgos de autismo. Hay estudios con gemelos idénticos en los que uno tiene la condición y el otro no, y en su vida intrauterina tuvieron la misma exposición a sustancias y medicamentos.
Otro estudio midió biomarcadores en cordón umbilical y encontró que los niveles más altos de metabolitos de acetaminofén al nacer se asociaron (relación dosis-respuesta) con mayor riesgo posterior de espectro de autismo y PTSD. Son asociaciones, no prueba de causa. Dentro de las situaciones que pudieron estar presentes en una embarazada de parto está la fiebre. Fiebre durante el embarazo temprano se asocia a defectos congénitos y pérdida del embarazo y a parto prematuro, bajo peso al nacer y otros más adelante en el embarazo. Pero la fiebre no ocurre en un vacío, es la consecuencia de infecciones que pueden ser serias y aumentar el riesgo de mortalidad materna y fetal tales como: influenza, dengue, COVID e infecciones de orina.
El estudio que se cita para cambiar la etiqueta del producto (Prada) es un análisis de 46 estudios con un tipo de análisis de síntesis narrativa (cualitativa) que tiene múltiples limitaciones. Hay diferencias en las indicaciones del uso de acetaminofén y no se describen en todos los estudios. La indicación para el tratamiento puede ser la causa del riesgo, como infecciones virales y otras. Se utilizó el autorreporte de las madres y el recuerdo de qué y cuándo tomaron. Cuando las madres conocen el diagnóstico de autismo, tratan de recordar todo lo que tomaron, en contraste con madres de niños sin diagnóstico que probablemente no se acuerdan de la ingesta de medicamentos sin receta. No hay datos certeros de dosis, duración y tiempo en el embarazo, y los diagnósticos de espectro de autismo se hicieron de manera diferente (hallazgos clínicos vs pruebas estandarizadas). Se están haciendo conclusiones incorrectas con datos incompletos, que tienen muchas limitaciones.
La evidencia científica de calidad es contundente. En la medicina moderna no se actúa con base en opiniones o intuiciones, sino en datos y estudios que fundamentan las guías y las políticas de salud.
De igual forma, se ha demostrado que el uso de acetaminofén durante el embarazo no provoca autismo; por el contrario, es un medicamento indicado para tratar condiciones que pueden poner en riesgo la vida de la madre y la salud del bebé.
El trastorno del espectro autista está presente en aproximadamente un 3% de la población, y quiénes lo presentan requieren evaluaciones, cuidados y servicios adaptados a sus necesidades específicas.