Un nuevo análisis del Prediabetes Lifestyle Intervention Study (PLIS), un estudio multicéntrico, aleatorizado y controlado, revela que la prevención de la diabetes tipo 2 (DT2) no depende únicamente de la pérdida de peso.
De acuerdo con los resultados, lograr la remisión de la prediabetes —es decir, alcanzar valores normales de glucosa según los criterios de la Asociación Americana de Diabetes— resulta más eficaz para reducir el riesgo de desarrollar DT2 que cumplir únicamente con los objetivos de reducción de peso establecidos en las guías actuales.
Lo más llamativo del hallazgo es que esta remisión puede lograrse incluso sin perder peso, e incluso en algunos casos con aumento de peso. Los investigadores señalan que los mecanismos que explican esta protección incluye mejoras en la sensibilidad a la insulina, la función de las células β pancreáticas y una mayor respuesta de estas células a la hormona intestinal GLP-1.
Además, el análisis mostró que, aunque tanto respondedores como no respondedores al tratamiento registraron aumentos de peso similares, la distribución del tejido adiposo fue diferente: mientras los no respondedores acumularon más grasa visceral, los que alcanzaron la remisión aumentaron su masa grasa en depósitos subcutáneos, un tipo de almacenamiento metabólicamente menos dañino.
Estos resultados no solo se observaron en el PLIS, sino que también fueron confirmados en el Programa de Prevención de la Diabetes (DPP) de Estados Unidos, fortaleciendo la evidencia de que los cambios metabólicos y la regulación glucémica son determinantes en la prevención a largo plazo de la diabetes tipo 2.
Los análisis estadísticos —realizados con modelos lineales de efectos mixtos y pruebas de Kaplan-Meier para seguimiento a casi nueve años— confirmaron que los participantes que lograron la remisión de la prediabetes presentaron menor incidencia de diabetes tipo 2 en comparación con los no respondedores.
Los autores destacan que estos hallazgos cuestionan las guías actuales, que ponen el énfasis casi exclusivo en la pérdida de peso, y subrayan la importancia de incluir metas glucémicas explícitas en las recomendaciones clínicas.
De esta forma, la estrategia de prevención podría ser más amplia y efectiva, beneficiando a personas que, a pesar de no alcanzar los objetivos de peso, logran mejorar su metabolismo y protegerse frente a la diabetes tipo 2.
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