La amiloidosis cardíaca es considerada una enfermedad rara, diagnosticada en menos de 200,000 pacientes anualmente en Estados Unidos. Esta condición ocurre cuando el cuerpo produce proteínas anormales que se depositan en el corazón, volviéndolo rígido y duro, lo que se puede comparar a «echarle cemento al corazón», como menciona el Dr. Francisco Merced, especialista en fallo cardíaco en el Hospital Pavia de Santurce.
Esta rigidez impide que el corazón se expanda y contraiga adecuadamente, comprometiendo su capacidad para bombear sangre. Existen distintos tipos de amiloidosis, y no solo el corazón se ve afectado. Los órganos como los riñones, el hígado, los pulmones e incluso la piel pueden verse involucrados en este proceso. La amiloidosis se clasifica como una enfermedad multisistémica, lo que significa que puede implicar múltiples sistemas en el cuerpo.
El Dr. Merced menciona que los síntomas de la amiloidosis cardíaca no son específicos, lo que dificulta su diagnóstico. Los pacientes a menudo se quejan de falta de aire, dolor en el pecho, latidos irregulares y, en algunos casos, síntomas neuropáticos como calambres o quemazón en las extremidades. Dada la naturaleza no específica de estos síntomas, a menudo se atribuyen a condiciones más comunes, lo que retrasa el diagnóstico de esta enfermedad.
Recientemente, se ha avanzado en la detección y tratamiento de la amiloidosis, con nuevos medicamentos en el mercado que ofrecen esperanzas a los pacientes. Sin embargo, es crucial identificarlos en fases tempranas para maximizar el beneficio del tratamiento. Si usted presenta insuficiencia cardíaca con síntomas persistentes, o si hay síntomas aparentemente no relacionados como el síndrome del túnel carpiano, podría ser recomendable consultar con su cardiólogo sobre la posibilidad de amiloidosis cardíaca.
El diagnóstico de esta condición comienza con un electrocardiograma y un ecocardiograma, que son herramientas útiles para detectar alteraciones en la función y estructura del corazón. En algunos casos, si los resultados no son concluyentes, se puede recurrir a estudios más avanzados como una resonancia magnética o una biopsia del corazón, donde se toma una pequeña muestra del tejido cardíaco para determinar la presencia de las proteínas amiloides.
El pronóstico de los pacientes con amiloidosis cardíaca depende en gran medida de la afectación del corazón. Si bien hay diferentes tipos de amiloidosis, el tipo conocido como ATTRCM (Amiloidosis Transtiretina Cardíaca) es especialmente relevante, ya que es más común en pacientes de edad avanzada y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida.
Si usted o alguien que conoce presenta síntomas que podrían ser indicativos, es esencial buscar la evaluación adecuada. No dude en consultar a su cardiólogo para obtener más información sobre la amiloidosis cardiaca y discutir cualquier preocupación que pueda tener.