Los cánceres hematológicos, como las leucemias, los linfomas y el mieloma múltiple, representan un reto particular en la práctica médica, pero también una ventana de esperanza gracias a los avances terapéuticos que se desarrollan y aplican en Puerto Rico.
La doctora Maribel Tirado, hematóloga-oncóloga del Centro Comprensivo de Cáncer, explicó que aunque estas condiciones no son tan comunes como otros tipos de cáncer, tienen un fuerte impacto en la vida de los pacientes y requieren un manejo especializado.
“Los cánceres de la sangre incluyen cánceres como el mieloma múltiple, las leucemias, los linfomas y los síndromes mielodisplásicos. Dentro del mundo del cáncer son relativamente raros. Por ejemplo, anualmente en Puerto Rico se diagnostican alrededor de 606 casos de mieloma múltiple, 120 casos de leucemias agudas y casi 700 casos de linfomas”, detalló la especialista.
La especialista recalcó que diferenciar entre cada tipo de cáncer hematológico es fundamental para definir el tratamiento correcto. “Ponerle el nombre y el apellido es importante. Un mieloma múltiple en algún momento puede necesitar un trasplante autólogo de médula ósea, mientras que una leucemia mielógena aguda probablemente requiera un trasplante alogénico. En contraste, un linfoma de Hodgkin puede alcanzar altas tasas de cura sin necesidad de trasplante”, subrayó la Dra. Tirado.
Uno de los aspectos más innovadores en el abordaje del mieloma múltiple son las terapias avanzadas que ya están disponibles en la isla. “En Puerto Rico tenemos acceso a tratamientos de vanguardia como los anticuerpos monoclonales, que actúan contra receptores específicos de las células cancerosas, y los anticuerpos biespecíficos, que estimulan al sistema inmune para atacar el tumor”, mencionó.
“Además, contamos con las terapias CAR-T, que consisten en extraer y modificar las células T del propio paciente para que regresen fortalecidas y combatan el cáncer”, añadió la doctora Tirado.
Importancia del diagnóstico temprano
Sin embargo, la detección temprana sigue siendo uno de los grandes retos. Tirado enfatizó la necesidad de que médicos primarios y pacientes mantengan la sospecha clínica frente a síntomas comunes como anemia persistente, insuficiencia renal o dolor óseo.
“En un país donde hay tanta diabetes e hipertensión, muchas veces se atribuye la insuficiencia renal o la anemia a esas condiciones, y se pasa por alto que podría tratarse de un mieloma múltiple. Es importante pensar en estos diagnósticos y no descartarlos”, advirtió la especialista.
A esto se suma el desafío económico que representan las terapias más recientes. “Los medicamentos son noveles, pero muchos de ellos extremadamente caros. El CAR-T, por ejemplo, cuesta casi medio millón de dólares. No todos los pacientes lo necesitarán, pero como sociedad debemos garantizar el acceso a los tratamientos que ofrecen mejores resultados”, apuntó.
Así, la doctora destacó que el tratamiento del cáncer no solo depende de la medicina, sino también del entorno social. “Un paciente necesita una red de apoyo. A veces no son familiares biológicos, sino vecinos o amigos que lo llevan a las citas, que se aseguran de que coma o que lo acompañan al hospital. Ese cuidado comunitario es tan importante como la propia terapia”, concluyó.