Cardiólogo explica qué es el triángulo CKM o Síndrome Cardiovascular-Renal-Metabólico

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El Dr. Edmundo Jordán Morey, es cardiólogo y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología por la sección de Centroamérica y el Caribe. Además, es pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología.

El síndrome cardiovascular-renal-metabólico (CKM) es un concepto clave, y además relativamente novedoso anunciado en 2023 por la American Heart Association, que conecta tres sistemas fundamentales de nuestro organismo: el cardiovascular, el renal y el metabólico. En una entrevista con el Dr. Edmundo Jordán Morey, destacado cardiólogo y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología para Centroamérica y el Caribe, exploramos los factores de riesgo, las complicaciones y las estrategias de prevención y manejo de este síndrome.

Factores de riesgo para el CKM: Una red interconectada en el cuerpo

“Los factores de riesgo para eventos cardiovasculares incluyen hipertensión arterial (presión sistólica >130 mmHg y diastólica >80 mmHg), colesterol alto, diabetes, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y antecedentes familiares de eventos cardiovasculares,” explica el Dr. Jordán Morey. Además, enfatiza que el desbalance en los niveles de colesterol, conocido como dislipidemia, está altamente relacionado con infartos y derrames cerebrales, consecuencias más comunes y fatales de este síndrome.

En el manejo de la dislipidemia, el especialista destaca que la meta principal es reducir el colesterol LDL (“colesterol malo”) por debajo de 100 mg/dL. Estudios recientes, como el FURIEL, han demostrado que reducir estos LDL incluso a niveles menores de 50 mg/dL mejora significativamente los resultados. “Mientras más bajo sea el LDL, mejor estará el paciente,” señala Jordán.

Complicaciones asociadas al síndrome metabólico

El síndrome metabólico, diferente al CKM porque no abarca el sistema renal, también desempeña un papel central ya que es la ruta inicial hacía el Síndrome Cardiovascular-Renal-Metabólico. Este primero se define por la presencia de al menos tres de los siguientes factores: obesidad abdominal, presión arterial elevada, niveles de glucosa en sangre mayores a 100 mg/dL, triglicéridos elevados y colesterol HDL (“colesterol bueno”) bajo. Y de hecho, aunque está comúnmente asociado con personas obesas, también puede afectar a personas delgadas.

“El ataque cardíaco sigue siendo la principal causa de muerte en estas personas,” afirma el Dr. Jordán Morey. Aunque menciona que otras complicaciones incluyen insuficiencia cardíaca, caracterizada por un corazón debilitado que no puede bombear sangre eficientemente, y enfermedad renal crónica, que puede llevar a diálisis en casos avanzados. Además, el manejo inadecuado de la presión arterial y la diabetes puede precipitar estas condiciones.

El cardiólogo también enfatiza la interconexión entre los sistemas endocrino, renal y cardiovascular, por lo que denominar un síndrome que abarque todas era necesario. Por ejemplo, disfunciones en la glándula tiroides o en el sistema de estrés (cortisol) pueden desencadenar o agravar problemas metabólicos, cardíacos y renales. “El sistema RAS (renina-angiotensina-aldosterona) juega un papel crucial en este desbalance y es un objetivo clave de muchos medicamentos antihipertensivos,” explica.

La prevención es clave para un futuro saludable, cardiovascularmente hablando

La educación es fundamental y sobre eso, el especialista es tajante. “Sin educación, no hay prevención,” enfatiza el Dr. Jordán Morey. Esto incluye inculcar buenos hábitos desde una edad temprana, realizar evaluaciones médicas regulares y abordar los factores de riesgo incluso en etapas asintomáticas. Por ejemplo, un estado prediabético o niveles elevados de colesterol pueden detectarse y tratarse antes de que provoquen daños mayores.

La modificación del estilo de vida es la piedra angular en la prevención del síndrome cardiovascular-renal-metabólico. Una dieta balanceada, baja en grasas saturadas y azúcares refinados, junto con la actividad física regular, puede reducir significativamente el riesgo. El Dr. Jordán también destaca la importancia del manejo del estrés y el sueño adecuado para mantener el equilibrio hormonal porque también se habla de disnea del sueño como un factor importante e influyente en este síndrome.

Avances en tratamientos para las enfermedades cardio-renal-metabólicas

En los últimos 10 años, los inhibidores de SGLT2 han revolucionado el manejo de las enfermedades cardio-renal-metabólicas. Originalmente diseñados para pacientes diabéticos, estos medicamentos ahora también se utilizan para prevenir y tratar enfermedades renales y cardíacas. “Esta es una era buena para la medicina, con herramientas que permiten un manejo integral del paciente,” menciona el Dr. Jordán Morey.

Sin embargo, el especialista insistió en que el síndrome cardiovascular-renal-metabólico representa un desafío complejo pero prevenible, porque representa una etapa muy avanzada de descuido e inatención. Por lo tanto, la combinación de educación, modificación del estilo de vida y tratamientos médicos avanzados permite abordar los factores de riesgo y minimizar las complicaciones. Como enfatiza el Dr. Jordán Morey, “la prevención es fundamental, y cada paciente debe buscar una salud integral que abarque cuerpo, mente y espíritu.”

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