La menstruación dolorosa, conocida médicamente como dismenorrea, afecta aproximadamente al 60% de las mujeres, y es una de las condiciones ginecológicas más comunes que se encuentran en consulta.
Según la Dra. Anabelle Ortiz, ginecóloga obstetra en el Centro Médico Episcopal San Lucas de Ponce, este dolor puede manifestarse de diversas maneras y en diferentes intensidades. “El dolor suele presentarse como calambres en la parte baja del abdomen, pero también puede irradiar hacia la espalda, las piernas, e incluso generar síntomas como náuseas y diarrea”, explicó la especialista.
Este malestar no solo se limita a la zona pélvica; las mujeres que lo padecen pueden experimentar dolor generalizado en la parte baja de la espalda, en las piernas e incluso malestar en otras áreas. La Dra. Ortiz explicó que la dismenorrea “puede comenzar varios días antes de la menstruación y generalmente se alivia al pasar los primeros días del ciclo menstrual”. Sin embargo, en algunos casos, el dolor puede ser tan severo que afecta la capacidad de las personas para realizar actividades cotidianas.
La ginecóloga señaló que existen dos tipos principales de dismenorrea: primaria y secundaria. La primaria es aquella que está asociada directamente con la menstruación, sin la presencia de enfermedades subyacentes. “Es un dolor relacionado con el proceso normal de la menstruación, donde el útero expulsa su revestimiento, lo que puede generar contracciones y dolor”, explicó. En cambio, la dismenorrea secundaria está vinculada a condiciones como la endometriosis, infecciones pélvicas o fibromas uterinos, que pueden intensificar el dolor.
En cuanto a las causas de este dolor, la Dra. Ortiz aseguró que no hay una razón clara que explique por qué algunas mujeres experimentan dolor menstrual y otras no. “El dolor se debe a la expulsión de coágulos y el engrosamiento del revestimiento del útero, pero no sabemos por qué algunas personas lo sienten con más intensidad que otras”, comentó.
Cuándo buscar ayuda médica
Aunque la mayoría de las mujeres pueden manejar el dolor de menstruación con medicamentos de venta libre, la Dra. Ortiz destacó que si el dolor es incapacitante o persiste más allá de los primeros días de la menstruación, es crucial buscar atención médica. “Si el dolor es tan severo que impide que una mujer asista al trabajo, la escuela o realice sus actividades normales, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y descartar posibles enfermedades”, señaló.
Asimismo, la especialista explicó que existen tratamientos efectivos que van desde medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno, hasta métodos hormonales como las pastillas anticonceptivas, los parches, el anillo vaginal y el dispositivo intrauterino (DIU) hormonal.
En casos más graves, la intervención quirúrgica puede ser necesaria, especialmente si se detectan afecciones como la endometriosis, que pueden requerir una cirugía para eliminar los implantes endometriales fuera del útero.
Avances en el tratamiento
La medicina continúa evolucionando en cuanto a tratamientos para el dolor menstrual. “Siempre hay avances, como nuevos anticonceptivos y dispositivos intrauterinos, que ayudan a controlar el dolor”, indicó la Dra. Ortiz. Además, existen nuevas opciones como implantes eléctricos que pueden ofrecer alivio a las mujeres que no responden a los tratamientos convencionales.
La Dra. Ortiz también recordó que, aunque los tratamientos modernos son eficaces, las recomendaciones tradicionales, como aplicar calor en la zona afectada o realizar ejercicios suaves, continúan siendo útiles para muchas mujeres.
El dolor menstrual, aunque común, no debe ser ignorado ni minimizado. La Dra. Anabelle Ortiz enfatizó la importancia de no callar el dolor y de buscar atención médica cuando sea necesario. “Las mujeres no deben estar en desventaja por una condición que puede ser tratada. Si el dolor se prolonga más de lo habitual o interfiere con las actividades diarias, es fundamental buscar ayuda médica para encontrar la causa y el tratamiento adecuado”, concluyó.