Una paciente de 35 años presentó debilidad muscular progresiva, un síntoma característico del síndrome miasténico de Lambert-Eaton, una condición que afecta más comúnmente a hombres y se asocia con debilidad muscular severa.
Este síndrome, que en el 60% de los casos está vinculado a una neoplasia subyacente, se clasifica con mayor frecuencia como un síndrome paraneoplásico, siendo más común que sus contrapartes autoinmunitarias.
En el síndrome miasténico de Lambert-Eaton, los anticuerpos atacan la membrana presináptica, lo que lleva a una disminución en la liberación de acetilcolina en la sinapsis. Esto, a su vez, reduce el potencial de acción de los nervios, exacerbando la debilidad muscular.
Tras la resección del tumor, la paciente experimentó una resolución de los síntomas del síndrome miasténico. No obstante, tres meses después de la cirugía y la quimioterapia, comenzó a presentar disnea grave, acompañada de cianosis en los labios.
Una tomografía computarizada de tórax reveló signos de insuficiencia cardíaca congestiva con derrame pleural en el lóbulo inferior derecho y la presencia de bandas fibróticas. Una tomografía por emisión de positrones posterior detectó una lesión en el hígado, la cual fue diagnosticada como metástasis hepática, contribuyendo a la insuficiencia cardíaca y la hepatopatía congestiva.
En un estudio reciente de 268 pacientes con cáncer de esófago metastásico, se encontró que el 56% de los casos presentaban metástasis en el hígado, el 53% en los ganglios linfáticos distantes y el 50% en los pulmones. Las metástasis hepáticas se asociaron predominantemente con adenocarcinoma, mientras que las metástasis pulmonares fueron más comunes en carcinoma epidermoide.