A pesar de las limitaciones económicas, lingüísticas y sociales que enfrentan muchos latinos de habla hispana (LHS+), ciertos estudios han identificado mejores resultados de salud en este grupo, un fenómeno conocido como la “Paradoja Hispana”. Sin embargo, nuevas investigaciones señalan que esta aparente ventaja puede ocultar profundas desigualdades, especialmente en el ámbito de la atención quirúrgico-oncológica.
Un panorama desigual detrás de una paradoja
Aunque la Paradoja Hispana sugiere una mayor longevidad o supervivencia en ciertas enfermedades, en el caso de las cirugías relacionadas con el cáncer, los pacientes LHS+ enfrentan obstáculos importantes que afectan negativamente sus resultados. Las barreras incluyen dominio limitado del inglés, bajo nivel socioeconómico, acceso reducido a servicios especializados, y factores culturales que influyen en la búsqueda de atención.
Diagnóstico tardío y complicaciones graves
Los datos muestran que los pacientes LHS+ suelen llegar a los centros de atención en etapas más avanzadas de la enfermedad, lo que limita sus opciones de tratamiento curativo como cirugías electivas o trasplantes. Este retraso se asocia estrechamente con barreras lingüísticas y económicas, así como con la falta de servicios preventivos culturalmente adecuados.
En el caso del carcinoma hepatocelular (CHC), por ejemplo, muchos pacientes LHS+ son excluidos de los criterios de trasplante por su presentación en etapas avanzadas. Del mismo modo, las mujeres latinas presentan menores tasas de cirugía conservadora de mama y mayores tasas de complicaciones tras procedimientos reconstructivos.
Las cifras detrás de la inequidad
- Pacientes LHS+ tienen más complicaciones postoperatorias que los blancos no hispanos (NHWs) en cirugías de bajo a alto riesgo.
- Niños latinos requieren con mayor frecuencia cirugías de emergencia debido al retraso en el acceso médico.
- Las mujeres latinas tienen menor acceso a reconstrucción mamaria y más riesgo de necrosis del colgajo.
- Los hombres puertorriqueños presentan mayor incidencia de cáncer de próstata y colorrectal.
Además, entre 2010 y 2020, la mortalidad por cáncer disminuyó más lentamente en los LHS+ que en los NHWs, reflejando un avance desigual.
Más allá de los números: los factores culturales y estructurales
Expertos afirman que el miedo, la desconfianza en el sistema de salud y normas culturales pueden desalentar la búsqueda temprana de atención. A esto se suman problemas estructurales como la falta de seguro médico y una infraestructura oncológica insuficiente, particularmente en comunidades latinas.
Además, el uso de datos agregados para representar a todos los LHS+ como un grupo homogéneo ha contribuido a invisibilizar diferencias críticas entre subgrupos como puertorriqueños, mexicanos y cubanos. Por ejemplo, los mexicanos pueden enfrentar mayores barreras lingüísticas, mientras que los puertorriqueños muestran una mayor incidencia en tipos específicos de cáncer.
Hacia una atención más justa
Las soluciones pasan por políticas públicas que garanticen acceso equitativo a diagnóstico temprano, intervenciones quirúrgicas oportunas y cobertura médica adecuada. Además, urge capacitar a profesionales de salud en competencia cultural y expandir los servicios de traducción y navegación médica.
La Paradoja Hispana puede ser una cortina de humo que enmascara desigualdades reales y profundas. “Lograr la equidad en oncología quirúrgica requiere un compromiso sostenido para desmantelar las barreras sistémicas e implementar estrategias de atención culturalmente competentes”, concluyen.
Fuente: Navegando la Paradoja Hispana: Disparidades en Resultados Quirúrgico-Oncológicos entre Pacientes Latinos