Diagnóstico clínico con biomarcadores y avances en el manejo de enfermedades cardiometabólicas

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El Dr. Camilo Andrés Gómez, es médico internista con subespecialidad en cardiología.

Las enfermedades cardiometabólicas representan un desafío significativo para la salud global. Se trata de desórdenes que afectan simultáneamente al sistema cardiovascular y al metabolismo, con ejemplos comunes como la diabetes y la dislipidemia. Según el Dr. Camilo Andrés Gómez, médico internista cardiólogo, en entrevista exclusiva con Public Health Latam, «Son enfermedades que afectan los sistemas como el corazón, las arterias, pero también los sistemas endocrinológicos y todo el equilibrio del metabolismo». Junto a él, exploramos cómo se diagnostican o manejan dichas enfermedades, así como los avances recientes en el tratamiento del síndrome cardiovascular-renal-metabólico.

Enfoque integral para el manejo médico de enfermedades cardiometabólicas

Uno de los pilares fundamentales en el abordaje de estas patologías es la atención integral. El Dr. Gómez enfatiza que «desde la atención primaria, con el médico general, hasta los especialistas en medicina interna, endocrinología y cardiología, debe haber una comunicación global para tratar al paciente». Este trabajo en equipo permite implementar estrategias unificadas que beneficien la salud cardiovascular del paciente, mientras mantienen la salud de otros órganos vitales como los riñones, que suelen tener importantes afectaciones colaterales.

Desafortunadamente, esta cadena de atención no siempre se respeta: «Muchas veces se cambian los especialistas, y en esta cadena y entran, digamos, otras partes diferentes», explica el galeno. Por ello, también hace un llamado a reforzar la colaboración interdisciplinaria para garantizar un manejo efectivo de las enfermedades cardiometabólicas y la proactividad de los pacientes en buscar dicha atención integral en caso de ser negada.

Diagnóstico clínico de enfermedades cardiometabólicas basado en biomarcadores

El diagnóstico de estas enfermedades depende en gran medida de la patología específica que se busca identificar. Por ejemplo, en el caso de las dislipidemias, el enfoque se centra en biomarcadores que tienen un impacto negativo en la salud cardiovascular. «Si nosotros queremos empezar a evaluar en un paciente si hay alteraciones de su parte lipídica, tenemos que hacer, digamos, una averiguación en biomarcadores tales como el colesterol total, el colesterol de baja densidad», señala el Dr. Gómez.

Además, destaca que «cada vez vemos moléculas que podemos medir en sangre mucho más tempranamente, como la lipoproteína A y la apolipoproteína B. Estos son marcadores biológicos que hablan de un mal metabolismo de los ácidos grasos y permiten evaluar precozmente el riesgo de enfermedades cardiometabólicas, incluso antes de que se manifiesten problemas evidentes en el colesterol total o LDL». Un progreso crucial para implementar intervenciones tempranas que puedan prevenir complicaciones mayores en el futuro.

Medicamentos innovadores para las enfermedades cardiometabólicas: más allá de la glucosa

La aparición de medicamentos innovadores ha transformado el panorama del tratamiento de las enfermedades cardiometabólicas. «Inicialmente desarrollados para la diabetes mellitus tipo 2 y el control de la glucosa en sangre, estos fármacos han demostrado efectos positivos más allá del control glucémico», afirma el Dr. Gómez. Entre los avances destacados el especialista destaca:

  1. Análogos del GLP-1: Medicamentos como el semaglutide y el liraglutide no solo reducen los niveles de glucosa, sino también el colesterol, la inflamación y el daño endotelial. «Estos pacientes bajo GLP-1 tienen una reducción en otros factores asociados a la salud cardiovascular. Por ejemplo, son pacientes que pierden peso de forma más fácil, lo que a su vez impacta en la reducción de eventos cardiovasculares adversos como infartos y arritmias», explica Gómez.
  2. Inhibidores de SGLT2: Este grupo farmacológico, inicialmente diseñado para tratar la diabetes, ha demostrado tener un efecto cardiorrenoprotector significativo. «Mejoran la salud cardíaca y además mejoran la salud a nivel de los riñones», explica el Dr. Gómez, subrayando su papel integral en el manejo de estas enfermedades y a su vez, del síndrome cardiovascular-renal-metabólico.

Estos avances han revolucionado el tratamiento, pasando de enfocarse en valores de laboratorio a un enfoque más holístico que impacta positivamente en la salud integral de los pacientes, abarcando todos los sistemas implicados en el riesgo cardiovascular-renal.

Importancia del sueño y el ciclo circadiano en pacientes con enfermedades cardiometabólicas

El sueño desempeña un papel esencial en la salud cardiovascular. Durante el descanso nocturno, el cuerpo lleva a cabo procesos de reparación celular fundamentales, incluido el endotelio, una capa que recubre las arterias. «Cuando se alteran los ciclos circadianos o se duerme menos, se genera estrés en el sistema cardiovascular, lo que puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, incrementando el riesgo de enfermedades cardiovascular», advierte el Dr. Gómez.

Además, menciona que «durante el sueño hay procesos de reparación celular muy importantes que son fundamentales para toda la maquinaria de funcionamiento que tenemos en nuestro cuerpo». Por ello, mantener un sueño reparador y efectivo, junto con una dieta balanceada y ejercicio regular, son componentes clave del tratamiento no farmacológico. Estas estrategias deben complementarse con las terapias farmacológicas para maximizar los beneficios.

Inteligencia artificial en la medicina de precisión para las enfermedades cardiometabólicas

La complejidad de las enfermedades cardiometabólicas requiere un enfoque personalizado. La inteligencia artificial (IA) está desempeñando un papel cada vez más relevante en este contexto. «Gracias a la IA, podemos utilizar redes neuronales y bases de datos clínicas para desarrollar estrategias de diagnóstico, tratamiento y seguimiento más efectivas y adaptadas a cada paciente cardiovascular», señala el Dr. Gómez.

Esta tecnología permite optimizar el tiempo y los recursos, facilitando una medicina de precisión que prioriza las metas individuales de cada paciente y mejora los desenlaces clínicos. «La idea en un futuro es que la medicina sea una medicina de precisión y a esto nos está ayudando la inteligencia artificial», concluye el Dr. Gómez.

Por lo que, desde un diagnóstico temprano con biomarcadores hasta tratamientos innovadores y estrategias personalizadas, los pacientes con enfermedades cardiometabólicas cada vez tienen mejores perspectivas de salud. Sin embargo, como lo destaca el Dr. Gómez, es fundamental continuar promoviendo la colaboración interdisciplinaria, los hábitos saludables y la investigación para enfrentar los desafíos que estas enfermedades plantean.

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