Dosis elevadas de medicamento para TDAH podrían incrementar por cinco el riesgo de desarrollar psicosis

original web 2025 10 09t181856.894
Los investigadores identificaron alrededor de 1,300 pacientes con un primer episodio de psicosis o manía.

Las anfetaminas, comúnmente utilizadas para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia, podrían estar vinculadas a un aumento significativo en el riesgo de desarrollar psicosis o episodios maníacos, según una nueva investigación publicada en el American Journal of Psychiatry.

El estudio, liderado por científicos del McLean Hospital en Massachusetts, analizó datos médicos de más de 4,000 adultos jóvenes tratados entre 2005 y 2019, y encontró que las personas que recibían altas dosis de anfetaminas, 30 miligramos o más, presentaban un 81 % más de riesgo de sufrir psicosis o manía, en comparación con quienes no las consumían.

“Nuestros resultados muestran que la dosis es un factor clave en el riesgo de psicosis y debe ser una consideración principal al prescribir estimulantes”, señaló la doctora Lauren Moran, investigadora en farmacoepidemiología y autora principal del estudio.

Un efecto adverso poco frecuente, pero grave

Los investigadores identificaron alrededor de 1,300 pacientes con un primer episodio de psicosis o manía y los compararon con un grupo control de 2,700 personas hospitalizadas por otros trastornos psiquiátricos, como depresión o ansiedad.

Los hallazgos mostraron que cualquier uso de anfetaminas con prescripción médica estaba asociado con un 63 % de incremento en el riesgo de psicosis o manía, que aumentaba al 81 % en quienes tomaban dosis elevadas.

Moran subrayó que este efecto, aunque poco común, “debe ser monitoreado de forma cercana tanto por los pacientes como por los médicos cada vez que se prescriben estos medicamentos”. En contraste, el estudio no encontró un aumento significativo del riesgo en quienes recibían metilfenidato (Ritalin), un hallazgo consistente con investigaciones previas.

¿Vale la pena el riesgo? Expertos recomiendan precaución

Para el psiquiatra David Merrill, del Providence Saint John’s Health Center en California, los resultados del estudio resaltan la necesidad de ajustar cuidadosamente las dosis y realizar un seguimiento constante. “Este estudio nos recuerda la importancia de un análisis riguroso de riesgo-beneficio, especialmente en pacientes con antecedentes de salud mental o con alto riesgo de psicosis”, afirmó Merrill.

El especialista recomienda utilizar la dosis más baja posible, optar por formulaciones de liberación prolongada y priorizar intervenciones no farmacológicas siempre que sea viable.

Además, advierte que los médicos deben realizar evaluaciones frecuentes de salud mental, especialmente durante el inicio y ajuste de la terapia con estimulantes, prestando especial atención a pacientes con antecedentes de trastorno bipolar, psicosis u otras vulnerabilidades psiquiátricas.

¿Existe una relación causal entre las anfetaminas y la psicosis?

La doctora Stacy Doumas, jefa de Psiquiatría en el Hackensack Meridian Jersey Shore University Medical Center, coincidió en que los resultados son motivo de preocupación, aunque no sorprendentes. “Dada la acción de las anfetaminas sobre neurotransmisores como la dopamina, vinculados también con la psicosis, existen mecanismos biológicos plausibles que explican esta relación”, explicó Doumas.

La especialista añadió que este tipo de efectos suele manifestarse en la adolescencia o adultez temprana, una etapa en la que las prescripciones de estimulantes para TDAH son frecuentes. Si bien la psicosis es una reacción adversa poco común, el riesgo aumenta con la dosis, lo que refuerza la necesidad de un uso prudente.

De cara al futuro, Doumas considera que se requieren estudios longitudinales y farmacovigilancia para determinar si esta asociación es causal y cuáles son los factores individuales que predisponen a los pacientes a desarrollar psicosis o manía bajo tratamientos con anfetaminas.

Los expertos coinciden en que, aunque los medicamentos estimulantes pueden ser eficaces para controlar el TDAH, su uso en dosis altas debe evaluarse con extrema cautela. Los hallazgos del McLean Hospital refuerzan la importancia de prescripciones responsables, monitoreo clínico y educación al paciente para minimizar riesgos psiquiátricos graves como la psicosis o la manía.

Fuente original aquí

Últimos artículos