La Dra. Gisela Puig, cardióloga, especialista en fallo cardíaco y trasplante de corazón en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, ha dedicado su vida a transformar la salud de sus pacientes, con un enfoque particular en aquellos que enfrentan las situaciones más críticas.
A lo largo de su carrera, ha demostrado que la medicina no solo trata de atender enfermedades, sino de brindar esperanza, consuelo y calidad de vida. Nacida en Caguas, Puerto Rico, la Dra. Puig comenzó su camino en la medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad San Juan Bautista, donde vivió con sus padres.
Su vida profesional dio un giro significativo al trasladarse al Hospital Universitario Ramón Ruiz Arnau en Bayamón para completar su internado, y posteriormente, a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, donde realizó su residencia en medicina interna y, más tarde, se especializó en cardiología.
Fue en este entorno académico donde descubrió su pasión por el trasplante de corazón y la insuficiencia cardíaca, llevándola a la Universidad de Nueva York, donde completó su especialización en este campo.
Regresó a Puerto Rico con una sólida formación y el deseo de contribuir al sistema de salud local. Su labor diaria incluye tratar a pacientes gravemente enfermos que requieren un trasplante para continuar con sus vidas. Para la Dra. Puig, el mayor desafío y la mayor recompensa en su trabajo radican en poder aliviar el sufrimiento de estos pacientes y sus familias, quienes a menudo enfrentan momentos de angustia y desesperación.
“Lo que más me llena es cuando puedes aliviar y dar calidad de vida a estos pacientes bajo las circunstancias más difíciles”, comenta la Dra. Puig. Su enfoque humanitario y su compromiso con la salud de sus pacientes se extiende más allá del tratamiento médico; se trata de brindarles la oportunidad de llevar una vida más cómoda, incluso en los momentos más críticos.
Además de ser una reconocida profesional en su área, la Dra. Puig ha sido pionera como mujer en un campo históricamente dominado por hombres. Fue la única mujer en su entrenamiento de cardiología durante los primeros dos años y, actualmente, es la única mujer catedrática en el Departamento de Cardiología de la Universidad de Puerto Rico.
A pesar de las dificultades que algunas veces implica ser mujer en un entorno predominantemente masculino, la Dra. Puig ha encontrado un apoyo constante en sus compañeros varones, “son mis menores, quienes me han ayudado a alcanzar mis metas”, afirma la especialista. También resalta que nunca se ha sentido intimidada, “siempre me sentí apoyada”, asegura.
A través de su trabajo, ha sido testigo del crecimiento de mujeres en la especialidad, con un número creciente de féminas en los entrenamientos de cardiología, lo que la llena de satisfacción. Para ella, el verdadero cambio radica en el esfuerzo conjunto, y cada vez más mujeres están demostrando que tienen las mismas capacidades que sus colegas varones.
Más allá de la medicina, la Dra. Puig también enfatiza la importancia de cuidar de uno mismo para poder cuidar de los demás. En un campo tan demandante, ha aprendido a establecer límites y a priorizar su bienestar personal. “Lo más importante es el comienzo del día, no el finalizarlo”, comparte.
Su rutina matutina incluye tiempo para ella, donde practica ejercicio y organiza su mente antes de enfrentar un día lleno de responsabilidades en el hospital. Y cuando termina su jornada, se asegura de desconectar completamente del trabajo para relajarse y recargar energías.
La Dra. Puig también encuentra tiempo para viajar, lo que le permite enriquecer su perspectiva al conocer nuevas culturas y formas de pensar. Este tiempo fuera de la isla le proporciona el descanso mental necesario para enfrentar los desafíos que surgen en su profesión.
La Dra. Gisela Puig es mucho más que una destacada cardióloga: es un ejemplo de pasión, dedicación y resiliencia. Su historia es un testimonio de cómo el compromiso con la medicina y el bienestar de los pacientes puede transformar vidas, al mismo tiempo que desafía las expectativas de género en un campo de alta especialización.