Enfermedad del virus de Marburgo ¿Por qué tenemos que conocerlo?

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La enfermedad por el virus de Marburgo (MVD) es una enfermedad grave con una tasa de mortalidad de hasta el 88 %, la cual puede reducirse si se atiende al paciente de manera temprana y correcta. Imagen de archivo

La enfermedad por el virus de Marburgo (MVD) es una enfermedad grave con una tasa de mortalidad de hasta el 88 %, la cual puede reducirse si se atiende al paciente de manera temprana y correcta.

Inicialmente el virus de Marburgo se asoció a trabajos de laboratorio en el que se utilizaron monos verdes africanos adquiridos en Uganda. Hasta el momento se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, la República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Ghana, Guinea, Kenia, Ruanda, Sudáfrica, Tanzania y Uganda. 

La infección humana por MVD se debe a la consecuencia de la exposición prolongada a minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos frugívoros Rousettus. Posterior a esto, el virus puede transmitirse de persona a persona mediante el contacto directo (piel lesionada o membranas mucosas) con la sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de personas infectadas, así como superficies y materiales (ropa de cama, prendas de vestir) contaminados con estos fluidos. 

Por otra parte, es posible que se infecten los trabajadores de la salud que tratan a pacientes que han contraído este virus como consecuencia del contacto directo sin las debidas precauciones. La propagación a través de equipos de inyección infectados o de lesiones ocasionadas por pinchazos con agujas se relaciona a una forma más grave de la enfermedad, incluso con una mayor tasa de letalidad. 

Síntomas

El lapso de tiempo entre la infección y la aparición de los síntomas oscila entre 2 y 21 días e inicia de manera abrupta con fiebre elevada, cefalea intensa y con frecuentes dolores musculares. 

Al tercer día puede que la persona presente diarrea acuosa intensa, dolor y calambres abdominales, así como náuseas y vómitos. Se han reportado erupciones cutáneas sin picazón en pacientes entre 2 y 7 días después del inicio de los síntomas. 

A partir del quinto día de la enfermedad, en los pacientes pueden manifestarse hemorragias en la nariz, las encías y la vagina, incluida la presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces. Además, se puede observar sangrado en los sitios de punción venosa, donde se obtiene un acceso intravenoso para administrar líquidos u obtener muestras de sangre. 

De la misma manera, se conoce que la afectación del sistema nervioso central provoca confusión, irritabilidad y agresividad. Se han registrado algunos casos de orquitis (inflamación de uno o ambos testículos) en la fase tardía de la enfermedad. Se ha mencionado que la muerte por esta enfermedad ocurre con mayor frecuencia entre 8 y 9 días después del inicio de los síntomas, generalmente por pérdida de sangre y shock. 

En la actualidad, no existen vacunas ni tratamientos antivirales aprobados para el MVD. Existen anticuerpos monoclonales y antivirales en desarrollo, así como vacunas candidatas que están siendo evaluadas en ensayos clínicos. 

Diagnóstico 

Distinguir clínicamente la enfermedad viral de otras infecciones, como la malaria, la fiebre tifoidea, la shigelosis, la meningitis y diversas fiebres hemorrágicas víricas, puede ser complicado. Para confirmar que los síntomas son el resultado de una infección por el virus de Marburgo, se utilizan los siguientes métodos diagnósticos:

  • Ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) para la captura de anticuerpos
  • Pruebas de detección de antígenos
  • Reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR)
  • Aislamiento del virus a través de cultivos celulares en laboratorios de alta seguridad.

Las muestras tomadas de los pacientes representan un riesgo biológico significativo. Por ello, las pruebas de laboratorio que involucren muestras no inactivadas deben realizarse en condiciones de máxima seguridad biológica. Además, todas las muestras biológicas no inactivadas deben ser empaquetadas siguiendo un sistema de triple embalaje para su transporte, tanto a nivel nacional como internacional.

Prevención y control

La participación de la comunidad es esencial para controlar cualquier brote. Las actividades de control se basan en la implementación de una serie de medidas que incluyen el manejo de casos, vigilancia, rastreo de contactos, servicios de laboratorio eficaces, prevención y control de infecciones en centros de salud, inhumaciones seguras y dignas, y movilización social.

Se puede reducir de forma efectiva la infección en humanos al aumentar la conciencia sobre los factores de riesgo del virus MVD y las medidas que cada persona puede tomar.

Los mensajes en temas de prevención se han enfocado en la reducción del riesgo, abordando los siguiente aspectos:

  • Aquellos que visiten o trabajen en minas o cuevas que albergan colonias de murciélagos frugívoros deben utilizar guantes y ropa protectora adecuada, incluyendo mascarillas. Durante los brotes, todos los productos animales, como sangre y carne, deben cocinarse adecuadamente antes de ser consumidos. 
  • Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona dentro de la comunidad por contacto directo o estrecho con pacientes infectados, especialmente a través de sus fluidos corporales. Se debe evitar el contacto físico estrecho con los enfermos de MVD y aislar en un centro de tratamiento designado a aquellos que se sospeche o se confirme que han contraído la enfermedad, para asegurar atención temprana y prevenir la propagación en el hogar.
  • Las comunidades afectadas por la EVM deben esforzarse por informar a la población sobre la naturaleza de la enfermedad y las medidas necesarias para contener los brotes. 
  • Las medidas de contención de brotes incluyen la inhumación segura y digna de los fallecidos, la identificación y seguimiento de personas que hayan tenido contacto con enfermos de EVM durante 21 días, la separación de personas enfermas para frenar la propagación de la enfermedad, así como el cuidado de los pacientes confirmados y el mantenimiento de una buena higiene y limpieza en el entorno.
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