Un nuevo estudio dirigido por el Dr. Nan Chen, de la Universidad de Chicago, arroja luz sobre una de las inequidades más persistentes en la atención oncológica: la baja representación de mujeres negras e hispanas en ensayos clínicos sobre cáncer de mama.
Los hallazgos, publicados en JAMA Network Open, apuntan a una conclusión clara: cuando se les brinda la oportunidad, las pacientes de diferentes orígenes raciales y étnicos están igualmente dispuestas a participar.
En una encuesta unicéntrica aplicada a 1150 pacientes de la Cohorte Epidemiológica Multiétnica de Cáncer de Mama de Chicago, los investigadores analizaron conversaciones, decisiones y barreras relacionadas con la participación en ensayos clínicos. La muestra incluyó un 4,4% de pacientes asiáticas, 19,5% negras, 3,1% hispanas y 73% blancas, con una edad media cercana a los 54 años.
Igual interés, diferentes oportunidades
El estudio halló que el 64,3 % de las pacientes que recibieron una invitación formal participaron en un ensayo clínico, sin diferencias significativas entre los distintos grupos raciales o étnicos una vez ajustados factores sociodemográficos y clínicos.
Entre las 443 personas a quienes se les ofreció participar, las tasas de aceptación fueron comparables entre pacientes negras, blancas, hispanas y asiáticas. Sin embargo, quienes rechazaron la invitación citaron inelegibilidad y falta de interés (23,4% cada uno) como las razones más comunes, seguidas por el temor a recibir placebo (10,8%) y la carga de tiempo (10,1%).
Un reto estructural y ético
Los investigadores también destacaron que el ingreso económico tuvo un papel importante: pacientes con ingresos familiares por debajo de 150.000 dólares anuales participaron menos, aunque esta relación varió según los niveles de ingreso, lo que sugiere que las barreras económicas son más complejas que una cifra fija.
Por otro lado, pacientes más jóvenes, con enfermedad más avanzada, tumores de alto grado o cáncer de mama triple negativo (CMTN) fueron más propensas a participar. No obstante, los datos también revelaron que las pacientes negras presentan con mayor frecuencia tipos de cáncer más agresivos, como el CMTN (25% frente a 14,6% en pacientes blancas) y tumores de grado 3 (55,5% frente a 36,9%), lo que subraya la urgencia de su representación en la investigación.
Acciones concretas
Para los autores del estudio, “reducir las barreras a la inscripción en ensayos clínicos es un imperativo científico y ético para la comunidad del cáncer”. La investigación sugiere que proporcionar información clara, hacer invitaciones formales y minimizar obstáculos logísticos puede ser una vía sencilla pero efectiva para cerrar brechas históricas en la ciencia médica.
Este trabajo refuerza la necesidad de que los ensayos clínicos reflejen la diversidad real de las pacientes con cáncer de mama, no solo por justicia social, sino para garantizar que los tratamientos futuros sean seguros y eficaces para todas las poblaciones.
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