Un creciente cuerpo de evidencia científica está arrojando luz sobre el papel clave del sistema inmunológico en dos de los desafíos más complejos de la medicina reproductiva: la pérdida recurrente del embarazo (RPL, por sus siglas en inglés) y el fallo recurrente de implantación (RIF).
Ambas afecciones afectan a miles de mujeres en edad reproductiva y suelen estar asociadas con una profunda carga emocional y una calidad de vida disminuida.
La RPL se define como la pérdida de dos o más embarazos consecutivos antes de las 24 semanas de gestación, y afecta entre el 3 y el 5% de las mujeres que buscan concebir. Por su parte, el RIF se caracteriza por la incapacidad de lograr un embarazo exitoso luego de tres o más transferencias de embriones de alta calidad o al menos dos transferencias con óvulos donados.
Aunque diferentes en su manifestación, estas condiciones comparten múltiples causas subyacentes, especialmente de tipo inmunológico.
Claves inmunológicas
Entre los hallazgos más relevantes, se encuentran desequilibrios en el sistema inmune uterino, como alteraciones en las células NK (natural killer), reducción de macrófagos M2 y células supresoras mieloides, y un aumento en las proporciones de células proinflamatorias (Th1/Th17) frente a reguladoras (Treg/Th2). Además, compartir tres o más alelos HLA entre la pareja y la presencia de enfermedades autoinmunes también se ha vinculado a una mayor incidencia de RPL y RIF.
Este conocimiento ha impulsado la exploración de diversos tratamientos inmunológicos. Algunos de ellos, como los esteroides, las inmunoglobulinas intravenosas (IVIG), los inhibidores de la calcineurina y los anticuerpos anti-TNF, han mostrado resultados prometedores, aunque su uso aún genera debate dentro de la comunidad médica.
Otras estrategias incluyen infusiones de lípidos (intralípidos), factores estimulantes de colonias de granulocitos e incluso inmunoterapia linfocitaria.
Hacia una medicina personalizada
Los especialistas destacan la necesidad urgente de profundizar en la fisiopatología de estas afecciones para lograr tratamientos más eficaces. En particular, la atención se está desplazando hacia nuevos factores como la disbiosis de la microbiota uterina, el mimetismo molecular de patógenos, y enfermedades como la endometriosis y la endometritis, que podrían tener un impacto subestimado en la implantación embrionaria y la viabilidad del embarazo.
El futuro de la fertilidad asistida
El artículo también hace un llamado a incluir análisis de microbiota como parte rutinaria del examen de fertilidad, ya que alteraciones en esta comunidad bacteriana han sido asociadas con fallos en la implantación y pérdidas gestacionales tempranas.
Tanto la RPL como el RIF deben entenderse como afecciones complejas y multifactoriales. Si bien las terapias inmunológicas representan un camino prometedor, su éxito dependerá de una evaluación precisa, un diagnóstico integral y la implementación de tratamientos adaptados a las necesidades inmunológicas particulares de cada paciente.
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