La esquizofrenia es una enfermedad mental compleja asociada a la psicosis, en la cual una persona pierde el contacto con la realidad. Los pacientes pueden experimentar delirios, como creer que están siendo perseguidos, o alucinaciones, que incluyen escuchar voces o ver cosas que no existen. A estos síntomas se les conoce como «síntomas positivos», ya que son manifestaciones que no deberían estar presentes en una persona sin la condición. Además, quienes padecen esquizofrenia pueden tener un pensamiento desorganizado, dificultando la comprensión de su discurso y conductas inusuales, lo que se denomina «síntomas negativos».
El diagnóstico de esquizofrenia, según la Dra. Nazario, se confirma cuando estos síntomas persisten por más de seis meses, afectando gravemente el funcionamiento social y personal del individuo. Aunque la prevalencia global se sitúa cerca del 1% de la población, los síntomas se presentan de manera diferente en hombres y mujeres. Mientras que los hombres suelen presentar los primeros episodios entre los 16 y 21 años, las mujeres lo hacen entre los 21 y 25 años.
Una intervención temprana es clave para mejorar el pronóstico de los pacientes. Detectar los primeros signos, como cambios en el comportamiento, dificultades cognitivas, aislamiento social o alteraciones en el estado de ánimo, puede ser determinante. La Dra. Nazario enfatiza que una detección y tratamiento oportunos pueden evitar que los episodios psicóticos se convierten en recurrentes, lo que sería fundamental para lograr un curso más benigno de la enfermedad.
Además de los factores genéticos, la esquizofrenia también está influenciada por factores ambientales, como el uso de sustancias, infecciones durante el embarazo, o traumas sufridos durante el parto o en la niñez. El consumo de cannabis, por ejemplo, ha mostrado estar relacionado con el desarrollo temprano de la psicosis, exacerbando los síntomas.
La experta explica que la esquizofrenia, aunque desafiante, puede ser manejada con el apoyo adecuado y la intervención temprana. Con conciencia, educación y tratamiento, podemos mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias.
Tratamiento
Durante un episodio de esquizofrenia, es posible que la persona requiera hospitalización por motivos de seguridad. Los antipsicóticos son el tratamiento más eficaz para la esquizofrenia, ya que alteran el equilibrio de sustancias químicas en el cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.
Aunque estos medicamentos pueden provocar efectos secundarios, muchos de ellos son manejables. Los efectos secundarios no deberían ser un impedimento para que la persona reciba tratamiento para este grave trastorno.
Entre los efectos secundarios comunes de los antipsicóticos se encuentran:
– Mareos
– Sensación de inquietud o nerviosismo
– Somnolencia (sedación)
– Movimientos lentos
– Temblor
– Aumento de peso
– Diabetes
– Colesterol elevado
El uso prolongado de antipsicóticos puede aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno del movimiento conocido como discinesia tardía, que causa movimientos involuntarios y repetitivos. Si usted o un familiar sospechan que pueden tener esta afección por el uso de un medicamento, es importante comunicarse con un profesional de la salud de inmediato.
Si la esquizofrenia no mejora con los antipsicóticos, se pueden considerar otros medicamentos.
La psicoterapia de apoyo puede ser beneficiosa para muchas personas con esquizofrenia. Técnicas conductuales, como el entrenamiento en habilidades sociales, pueden ayudar a mejorar el desempeño en situaciones sociales y laborales. Asimismo, el entrenamiento laboral y las clases para fortalecer relaciones son también importantes.
¿Cómo ayudar a alguien con esquizofrenia?
Especialistas coinciden en que para ayudar a alguien con esquizofrenia, es fundamental que:
- Acepte la enfermedad y sus dificultades.
- No crea el mito de que alguien con esquizofrenia no puede mejorar o vivir una vida plena y significativa.
- Haga todo lo posible por ayudar a su ser querido a sentirse mejor y disfrutar la vida.
- Preste atención a sus propias necesidades.
- Mantenga su sentido del humor y la esperanza.
Para apoyar de manera efectiva a alguien con esquizofrenia, es fundamental adquirir conocimientos sobre esta condición. Informarse sobre los síntomas, tratamientos y estrategias de afrontamiento te permitirá tomar decisiones más acertadas.
Al comprender mejor la enfermedad, podrá animar y ayudar a su ser querido a adoptar hábitos saludables y a seguir las recomendaciones médicas. Además, estará mejor preparado para manejar situaciones difíciles y ofrecer un apoyo constante durante el proceso de recuperación.