La enfermedad valvular cardíaca, en particular la estenosis aórtica, es una condición que se vuelve cada vez más prevalente a medida que la población envejece. El Dr. Diego González Bravo, cardiólogo intervencional y especialista en enfermedad cardíaca estructural en Cardio Life Solutions, nos proporciona información valiosa sobre esta afección que, si no se diagnostica a tiempo, puede tener consecuencias fatales.
El corazón humano cuenta con cuatro válvulas, siendo la válvula aórtica una de las más críticas. Esta válvula se sitúa entre el ventrículo izquierdo, que es responsable de bombear sangre al resto del cuerpo, y la aorta, el principal vaso sanguíneo del corazón. Con el tiempo, factores como la edad y el desgaste pueden provocar que la válvula aórtica se inflame y calcifique, lo que limita su apertura. Esta condición, conocida como estenosis aórtica severa, exige atención médica inmediata, ya que puede resultar en una alta tasa de mortalidad una vez que se presentan síntomas severos.
El Dr. González explica que los síntomas suelen incluir fatiga y falta de aire, que son indicativos de insuficiencia cardíaca. “El diagnóstico puede ser tan sencillo como escuchar los síntomas del paciente y utilizar un estetoscopio para detectar soplos cardíacos”, señala el especialista. Además, se utiliza un ecocardiograma para obtener una imagen detallada del corazón y evaluar la severidad de la enfermedad valvular.
Una vez que se confirma la estenosis aórtica severa, el tratamiento puede incluir desde medicamentos hasta intervenciones quirúrgicas. En muchos casos, se requiere un cateterismo para examinar las arterias del corazón y determinar si el paciente es candidato para una cirugía de reemplazo valvular. Para aquellos que no pueden someterse a una operación convencional, existen opciones menos invasivas como el TAVR (Transcatheter Aortic Valve Replacement), que permite reemplazar la válvula a través de un catéter.
El Dr. González también enfatiza la importancia de la prevención en la salud cardiovascular. Mantener un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular y una dieta equilibrada, puede ayudar a mitigar riesgos. “Siempre es recomendable realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana y llevar una dieta rica en vegetales, grasas saludables y proteínas magras”, aconseja.
En el ámbito de las enfermedades coronarias, el Dr. González destaca que los factores de riesgo modificables, como la diabetes descontrolada y el colesterol elevado, son críticos. La educación sobre la diferencia entre angina estable e inestable también es esencial, ya que puede influir en el tratamiento y manejo de la enfermedad.
La salud del corazón es un tema de vital importancia, y la detección temprana puede salvar vidas. Las visitas regulares al médico y la atención a los síntomas son pasos cruciales para combatir las enfermedades cardíacas y asegurar un futuro más saludable.