En el marco de la convención de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología, la Dra. Leticia Hernández, pasada presidenta de la organización y miembro activa de la Junta Directiva, ofreció una charla informativa sobre el grave impacto de la obesidad en la salud de los puertorriqueños.
Durante su intervención, la doctora destacó la prevalencia epidémica de la obesidad en la isla y la estrecha relación que esta tiene con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
Destacó que la misión de la SPED siempre ha sido educar a la comunidad puertorriqueña sobre temas cruciales de salud. «Nos reunimos para hablar sobre la obesidad, un problema que no solo afecta la calidad de vida de muchas personas, sino que también está íntimamente relacionado con el aumento de la diabetes tipo 2, la hipertensión y otras condiciones que ponen en riesgo la salud de nuestra población», expresó.
Con cifras alarmantes, subrayó que aproximadamente el 70% de la población puertorriqueña enfrenta problemas de sobrepeso u obesidad, lo que coloca a Puerto Rico entre las regiones con mayores índices de obesidad en el mundo. Según la especialista, esta alta prevalencia está directamente vinculada a un aumento de la diabetes tipo 2 y a una serie de complicaciones metabólicas y biomecánicas que afectan a los individuos que viven con obesidad.
“La obesidad no solo aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, sino que también tiene efectos devastadores sobre la salud del sistema cardiovascular, las articulaciones y la movilidad general del cuerpo. De hecho, muchas personas que viven con obesidad sufren de osteoartritis, dolor crónico y otros trastornos que deterioran significativamente su calidad de vida», detalló.
La Dra. Hernández explicó que la obesidad es una condición multifactorial, lo que significa que sus causas son diversas y complejas. “Existen factores genéticos, hormonales y sociales que contribuyen al desarrollo de la obesidad. Además, problemas como la inseguridad alimentaria, el acceso limitado a alimentos saludables y los eventos estresantes a lo largo de la vida, como la pobreza o la falta de educación nutricional, juegan un papel crucial», afirmó.
En este contexto, la Dra. Hernández también se refirió a la epigenética, un concepto que explica cómo los factores ambientales pueden modificar la expresión genética y, en consecuencia, influir en el riesgo de desarrollar obesidad. «Los cambios en la dieta, el estilo de vida y el entorno social pueden alterar la forma en que los genes se manifiestan, y esto tiene un impacto directo en nuestra salud metabólica», explicó.
Durante su conversación con la periodista de PHL, Mayra Acevedo, también abordó los retos que enfrentan los profesionales de la salud al tratar la obesidad. Uno de los mayores desafíos, según la experta, es la necesidad de adoptar un enfoque multidisciplinario para el manejo de esta condición.
«La obesidad no debe ser vista únicamente desde la perspectiva médica. Es fundamental que los pacientes reciban apoyo de diversos profesionales, como nutricionistas, psicólogos, ortopedas y trabajadores sociales, para abordar todas las causas y consecuencias de la obesidad», destacó.
Otro reto importante que mencionó fue la falta de acceso a recursos y servicios de salud mental, que son esenciales para ayudar a los pacientes a superar los estigmas y prejuicios que la sociedad suele tener sobre las personas que viven con obesidad.
«Es fundamental trabajar con los pacientes no solo en su salud física, sino también en su bienestar emocional y psicológico. Desafortunadamente, las personas que viven con obesidad a menudo internalizan el estigma social asociado a su condición, lo que dificulta su proceso de tratamiento y recuperación», indicó.
También recalcó la importancia de cambiar la visión pública sobre la obesidad. “Uno de los mitos más perjudiciales que tenemos que erradicar es considerar la obesidad como un problema estético. La obesidad es una condición médica seria que debe ser tratada como tal. A menudo se subestima su gravedad debido a su asociación con la apariencia física, cuando en realidad es una enfermedad que afecta a todo el organismo», afirmó.
En este sentido, explicó que la obesidad puede ser prevenible, especialmente si se adoptan hábitos saludables desde una edad temprana. «La prevención debe comenzar en el ambiente materno, fomentando una dieta saludable y la lactancia. Además, debemos enseñar a nuestros niños a tener una alimentación balanceada y a practicar ejercicio físico, ya que lo que aprendan desde pequeños marcará la diferencia en su salud futura», enfatizó.
Aunque la Dra. Hernández señaló que la obesidad es una condición crónica y recurrente, también mencionó que hay avances significativos en los tratamientos disponibles. “Hoy en día existen medicamentos orales e inyectables que pueden ayudar a controlar la obesidad. Sin embargo, es importante destacar que no todos los pacientes son candidatos para estos tratamientos. Cada caso debe ser evaluado de manera individual y debe estar acompañado de un cambio en el estilo de vida, incluyendo la dieta y el ejercicio», explicó.
La Dra. Hernández destacó que los avances futuros en el tratamiento de la obesidad incluyen medicamentos que no solo ayudan a perder peso, sino que también protegen la masa muscular, uno de los efectos secundarios más preocupantes del tratamiento para la obesidad.
“Estos avances son muy prometedores, pero es esencial que los pacientes sean educados sobre el uso adecuado de estos tratamientos y cómo mantener un estilo de vida saludable para prevenir la recurrencia de la obesidad”, añadió.
Finalmente, concluyó destacando que la educación es la clave para abordar la obesidad de manera efectiva en Puerto Rico. “Es fundamental que cambiemos la forma en que pensamos sobre la obesidad. Necesitamos reconocerla como una enfermedad médica que debe ser tratada con seriedad y enfoque multidisciplinario. Solo entonces podremos reducir sus efectos y mejorar la calidad de vida de los pacientes que viven con esta condición”.
La conferencia organizada por la SPED reafirmó la importancia de la prevención y el tratamiento integral de la obesidad en Puerto Rico, un tema que, según la Dra. Hernández, debe seguir siendo una prioridad en la agenda de salud pública.