La anticoagulación es un pilar fundamental en el tratamiento de pacientes con condiciones médicas que pueden causar la formación de coágulos sanguíneos peligrosos. Según el Dr. Juan Nieves, especialista en Fallo Cardíaco y Presidente de Puerto Rico Cardiology, el manejo adecuado de estos medicamentos es vital para evitar complicaciones graves como infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y trombosis venosa profunda (TVP).
Tipos de anticoagulantes y su función
El Dr. Nieves explicó que existen dos tipos principales de medicamentos anticoagulantes: los antiplaquetarios, como la aspirina, que previenen que las plaquetas se agrupen, y los anticoagulantes que interfieren en la formación de trombina, clave en la coagulación. Estos pueden ser administrados vía intravenosa, intramuscular u oral, dependiendo de la condición del paciente.
«En casos agudos, como un infarto o ACV, es crucial actuar rápidamente para evitar daños mayores,» señaló el especialista. También enfatizó que algunos pacientes requieren anticoagulantes a largo plazo para prevenir futuros coágulos, lo que demanda monitoreo constante y precauciones adicionales.
Riesgos y Precauciones
El uso prolongado de anticoagulantes implica riesgos, como el sangrado excesivo. Para minimizar estos riesgos, el Dr. Nieves recomendó:
- Monitorear signos de sangrado, como encías sangrantes o heces oscuras.
- Evitar alimentos ricos en vitamina K si se está tomando warfarina.
- Informar a los médicos sobre cualquier medicamento nuevo para evitar interacciones.
En pacientes que requieren cirugías, el manejo de los anticoagulantes depende del riesgo de sangrado del procedimiento. En algunos casos, es necesario suspender el medicamento antes de la intervención.
El monitoreo de los anticoagulantes es esencial, especialmente en pacientes que toman warfarina, para ajustar la dosis con pruebas como el INR (International Normalized Ratio). Los nuevos anticoagulantes orales requieren menos monitoreo, pero igualmente demandan visitas regulares al médico para asegurar su eficacia y seguridad.
El Dr. Nieves concluyó que un manejo correcto de la anticoagulación puede marcar la diferencia entre prevenir una complicación grave o enfrentar una situación de emergencia. «Ante cualquier signo de sangrado, se debe buscar atención médica inmediata», recalcó.
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