En el reciente Simposio Internacional de Oncología, la doctora Sonia Hernández, médico cirujano, especializada en medicina interna y hematología, así como máster en trasplantes de médula ósea, habló sobre un interesante caso clínico sobre mieloma múltiple refractario que destacó por los desafíos que se han presentado desde su diagnóstico.
Durante la conferencia, la doctora describió el recorrido terapéutico de un paciente que fue diagnosticado en el año 2018. Este paciente, que ha presentado un desafío continuo, inicialmente manifestaba síntomas como dolores musculares y óseos, así como anemia y falla renal, además de presentar alteraciones en sus análisis clínicos, incluyendo un componente monoclonal que es indicativo de la enfermedad.
Desde su diagnóstico, el paciente ha recibido múltiples tratamientos, pero ha evolucionado a lo que se denomina «pentarefractario», es decir, ha tenido múltiples recaídas tras varios esquemas de tratamiento.
El tratamiento inicial consistió en PRD (omiflenalidomida y dexametasona), lo que llevó a una respuesta favorable y a un trasplante de médula ósea exitoso que lo mantuvo libre de enfermedad durante más de dos años. Sin embargo, tras la suspensión del tratamiento de mantenimiento, el paciente presentó recaídas que requirieron diferentes combinaciones de medicamentos y más recientemente, terapias asociadas a taratumumab, tartelxomib y dexametasona.
La Dra. Hernández menciona que a lo largo del tratamiento, se ha evidenciado una progresión de la enfermedad, complicándose aún más cuando se presentó un plasmocitoma en la mandíbula del paciente, indicando una recaída extramedular.
La Dra. Hernández enfatizó que, a pesar de los desafíos, el pronóstico para los pacientes con mieloma múltiple ha mejorado significativamente con los avances en tratamientos, lo que se traduce en mejores expectativas de vida y calidad de vida. En el caso de este paciente, aunque se está enfrentando una recaída, su estado general es relativamente bueno y no presenta fallas en sus órganos vitales.
El manejo de los síntomas, como el dolor, es un aspecto crítico del tratamiento. La doctora destacó la importancia de un enfoque multidisciplinario en el cuidado del paciente. Esto implica la colaboración de diferentes especialistas, incluyendo geriatría, medicina paliativa, fisioterapia y nutrición, para asegurar un manejo integral de los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
La experta concluyó que, aunque el paciente enfrenta un curso complicado de la enfermedad, el avance en el tratamiento del mieloma múltiple está ofreciendo a los pacientes más opciones y mejor calidad de vida, lo que representa un rayo de esperanza en el manejo de esta condición compleja.