Un nuevo ensayo clínico aleatorizado reveló que la biorretroalimentación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRVB, por sus siglas en inglés) puede ser una herramienta eficaz y accesible para ayudar a las personas con trastorno por consumo de sustancias (TUS) en su proceso de recuperación.
El estudio, realizado entre febrero de 2023 y junio de 2024 con 115 adultos en tratamiento ambulatorio en Estados Unidos, encontró que los participantes que utilizaron HRVB de segunda generación durante ocho semanas experimentaron reducciones significativas en el afecto negativo, el ansia y el consumo de alcohol y otras drogas, en comparación con quienes solo recibieron el tratamiento habitual.
Una tecnología prometedora y de bajo costo
La HRVB es una técnica que utiliza sensores para monitorear la frecuencia cardíaca y ofrecer retroalimentación en tiempo real. A través de ejercicios de respiración guiada, el usuario aprende a regular sus respuestas fisiológicas al estrés y la ansiedad, factores que suelen influir en la recaída del consumo.
Los resultados del ensayo mostraron que quienes practicaron HRVB presentaron:
- Una reducción del 64 % en los días de consumo de alcohol y otras drogas.
- Disminución del afecto negativo y la ansiedad, mientras que el grupo de control mostró incrementos en ambos indicadores.
- Una menor probabilidad de consumir tras episodios de craving o deseo intenso.
No se observaron diferencias significativas en el afecto positivo, aunque los investigadores destacaron que la mejora emocional general fue mayor en el grupo que practicó HRVB.
Implicaciones para el tratamiento
Los autores destacaron que la HRVB es un tratamiento complementario, portátil y de bajo costo, que podría incorporarse fácilmente a los programas de rehabilitación existentes. Al mejorar la autorregulación emocional y reducir la impulsividad asociada al craving, esta tecnología podría representar una nueva vía terapéutica para apoyar la recuperación temprana.
El estudio aporta evidencia de que la combinación entre tecnología accesible y estrategias de regulación emocional puede abrir nuevas posibilidades en el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias, un problema de salud pública que sigue en aumento en todo el mundo.
Fuente:AQUÍ