Orforglipron, el nuevo agonista oral GLP-1, muestra resultados prometedores en obesidad

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Orforglipron se administra por vía oral una vez al día y no requiere refrigeración ni condiciones especiales de transporte, lo que podría ampliar el acceso a más pacientes.

El panorama del tratamiento de la obesidad podría transformarse con la llegada de orforglipron, un agonista oral del receptor GLP-1 que, según los resultados del ensayo clínico de fase 3 ATTAIN-1, logró reducciones de peso significativas en adultos con obesidad sin diabetes.

Durante 72 semanas de seguimiento, los participantes que recibieron este medicamento experimental mostraron una pérdida de peso dependiente de la dosis: hasta un 11,2 % de reducción corporal con la dosis más alta, frente al 2,1 % en el grupo placebo. Estos datos fueron presentados en la Reunión Anual 2025 de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) y publicados en The New England Journal of Medicine.

El Dr. Sean Wharton, investigador principal del estudio en la Universidad McMaster (Canadá), destacó que se trata del primer agonista GLP-1 oral no peptídico capaz de activar el receptor con eficacia: “La respuesta es sí. Esta pequeña molécula no peptídica activa el receptor, se puede tomar sin restricciones de alimentos ni agua, y no se ve afectada por la hora del día”.

Un avance con ventajas prácticas

A diferencia de los inyectables disponibles actualmente, orforglipron se administra por vía oral una vez al día y no requiere refrigeración ni condiciones especiales de transporte, lo que podría ampliar el acceso a más pacientes. “Esto podría significar una expansión de las intervenciones contra la obesidad a grupos actualmente excluidos debido al costo y la falta de acceso a medicamentos inyectables”, señaló Wharton.

El ensayo incluyó 3.127 personas con obesidad (IMC ≥ 30) o sobrepeso (IMC ≥ 27) con al menos una comorbilidad asociada, provenientes de nueve países en cuatro continentes. Más de un tercio de los participantes eran hombres y la edad media fue de 45 años.

Además de la pérdida de peso, se observaron mejoras metabólicas relevantes: reducciones de hasta 5,7 mmHg en presión arterial sistólica, un descenso del 14,8 % en triglicéridos y una disminución del 6,7 % en colesterol no HDL.

Perfil de seguridad y próximos retos

Los efectos adversos fueron similares a los observados con otros GLP-1, principalmente síntomas gastrointestinales leves a moderados durante el ajuste de dosis. No se reportaron señales de toxicidad hepática. Sin embargo, las tasas de abandono aumentaron con las dosis más altas.

Expertos externos, como el Dr. Rasmus Sandsdal de la Universidad de Copenhague, advirtieron que se necesita más información sobre seguridad y posibles efectos cardiovasculares: “Será interesante ver si confieren reducciones similares en eventos cardiovasculares como las observadas con terapias con incretinas establecidas”.

Más allá de las cifras, Wharton subrayó que la verdadera relevancia de este avance está en la posibilidad de ofrecer una alternativa práctica y accesible: “Veo que esto está cambiando la forma en que las personas con obesidad viven, no por el cambio de peso ni por los beneficios cardiovasculares, sino porque quienes la necesitan desesperadamente tendrán acceso a una atención que antes no tenían”.

El estudio fue patrocinado por Eli Lilly, fabricante de orforglipron, y abre la puerta a nuevas estrategias terapéuticas que podrían modificar el futuro del manejo de la obesidad.

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