Pastillas comunes, nuevas amenazas: Advil y Tylenol aceleran la resistencia a antibióticos

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Medicamentos de uso cotidiano como Advil y Tylenol podrían estar impulsando la resistencia antimicrobiana, un problema de salud global que ya causa más de un millón de muertes al año.

“Estos medicamentos podrían estar contribuyendo inadvertidamente al progreso de la resistencia antimicrobiana”, advirtió la autora principal del estudio de la Universidad de Australia del Sur, al presentar el hallazgo de que analgésicos de uso diario como ibuprofeno (Advil) y acetaminofén (Tylenol) pueden favorecer la evolución de bacterias resistentes. La advertencia resulta aún más preocupante porque estas sustancias, consideradas inocuas por su venta libre, son consumidas masivamente en todo el mundo.

El informe, publicado en ScienceDaily, muestra que tanto el ibuprofeno como el acetaminofén promueven resistencia bacteriana de manera independiente y, además, potencian el efecto cuando se combinan con antibióticos. Es decir, no solo reducen la eficacia de los fármacos antimicrobianos, sino que facilitan la supervivencia de cepas resistentes, lo que eleva el riesgo de infecciones difíciles de tratar.

Este hallazgo representa el primer estudio que analiza cómo los analgésicos de venta libre pueden alterar la dinámica de resistencia antimicrobiana. Hasta ahora, la mayoría de investigaciones se centraba en antibióticos mal prescritos o mal utilizados; sin embargo, los resultados evidencian que medicamentos tan comunes como un “simple” Advil o Tylenol también podrían estar jugando un papel silencioso en la expansión de bacterias multirresistentes.

El impacto potencial es amplio, especialmente en entornos como hogares de adultos mayores y residencias de cuidado prolongado, donde la polifarmacia es habitual. Allí, los pacientes suelen consumir simultáneamente analgésicos y antibióticos, creando un escenario propicio para que las bacterias resistentes circulen entre personas vulnerables con sistemas inmunológicos debilitados.

La resistencia antimicrobiana ya está catalogada por la OMS como una de las principales amenazas sanitarias del siglo XXI. Se estima que actualmente provoca al menos 1.27 millones de muertes directas al año y podría causar 10 millones anuales hacia 2050 si no se implementan medidas eficaces. Este estudio añade una nueva capa de complejidad, al demostrar que el problema no se limita al uso irresponsable de antibióticos, sino también a la interacción de otros fármacos cotidianos con ellos.

Frente a este panorama, los investigadores instan a una revisión urgente de las prácticas médicas y de automedicación. Recomiendan evaluar cuidadosamente el uso prolongado de ibuprofeno y acetaminofén en pacientes que también reciben antibióticos, así como reforzar campañas de educación pública sobre el impacto de estos medicamentos en la resistencia bacteriana.

En conclusión, lo que parecía un consumo inofensivo para aliviar dolor o fiebre podría estar debilitando silenciosamente una de nuestras principales defensas médicas: los antibióticos. Reconocer esta interacción y actuar en consecuencia será clave para evitar que infecciones comunes vuelvan a ser letales en un futuro cercano.

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