Un hallazgo poco común sorprendió a los médicos durante una revisión rutinaria de salud a un niño de 12 años en la que se detectó una asimetría testicular. Mientras el testículo izquierdo medía 9 ml, el derecho sólo alcanzaba los 5 ml. Tras una ecografía escrotal, se reveló algo inusual: el niño tenía dos testículos en el lado izquierdo, un fenómeno conocido como poliorquidismo.
Este trastorno extremadamente raro se caracteriza por la presencia de más de dos testículos, siendo el triorquidismo, con dos testículos en un solo lado, la variante más común. En el caso presentado, las imágenes ecográficas mostraron dos estructuras ovoides, homogéneas e isoecogénicas, con características similares a un testículo normal y flujo sanguíneo conservado.
Una afección asociada a hernias y otros eventos testiculares
El poliorquidismo suele ser un hallazgo incidental, en la mayoría de los casos no presenta síntomas y se descubre durante exámenes por otras razones. Aunque generalmente es benigno, puede asociarse a hernia inguinal, hidrocele, maldescenso testicular o incluso torsión testicular, y en raros casos, puede estar relacionado con tumores.
El tratamiento continúa siendo motivo de debate, ya que algunos especialistas proponen un enfoque conservador, con controles periódicos mediante ecografía o resonancia magnética, mientras que otros sugieren la extirpación quirúrgica preventiva del testículo adicional debido a su potencial (aunque bajo) de malignización.
En este caso, cabe resaltar la importancia del seguimiento pediátrico y del uso de la ecografía como herramienta clave para detectar alteraciones que, aunque infrecuentes, pueden requerir decisiones clínicas importantes.