La esclerosis sistémica (ES) es una enfermedad autoinmune compleja que afecta los tejidos conectivos, provocando fibrosis, vasculopatía y la formación de autoanticuerpos. Dentro de las diversas manifestaciones de la ES, el sistema gastrointestinal es uno de los más frecuentemente afectados, con más del 90% de los pacientes experimentando síntomas, siendo la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) una de las más comunes.
Un estudio reciente realizado en Australia ha explorado la conexión entre la ERGE y la enfermedad pulmonar intersticial (EPI), una complicación grave y potencialmente mortal en pacientes con ES.
La investigación, basada en datos de la cohorte de esclerodermia australiana (ASCS), encontró que la ERGE es extremadamente común entre los pacientes con ES, afectando al 94% de los casos estudiados. Además, el 96% de los pacientes con ES y EPI también presentaban síntomas de ERGE.
Aunque el estudio no encontró una relación directa entre la presencia o tratamiento de la ERGE y el desarrollo o gravedad de la EPI, los resultados sugieren que el tratamiento agresivo de la ERGE, especialmente utilizando una combinación de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y antagonistas del receptor de histamina 2 (H2RA), puede mejorar significativamente la supervivencia de los pacientes con EPI asociada a la esclerosis sistémica.
Esta investigación resalta la importancia de un manejo cuidadoso de la ERGE en pacientes con ES, no solo para mejorar la calidad de vida sino también para influir positivamente en la supervivencia de aquellos con complicaciones pulmonares.
A medida que avanza la investigación, se espera que estos hallazgos puedan guiar futuras recomendaciones de tratamiento para pacientes que enfrentan esta compleja interacción entre el reflujo gastroesofágico y la enfermedad pulmonar intersticial en el contexto de la esclerosis sistémica.