La dermatología clínica continúa evolucionando hacia tratamientos más eficaces, seguros y menos invasivos. Un reciente caso clínico ha demostrado el potencial del láser fraccional de CO2 como herramienta avanzada para tratar las cicatrices atróficas inducidas por esteroides (SIAS), una complicación común tras el uso intralesional de corticosteroides.
Estas cicatrices, que se caracterizan por el adelgazamiento de la piel, disminución de la actividad fibroblástica y pérdida de grasa subcutánea, han sido tradicionalmente difíciles de tratar con enfoques convencionales como terapias tópicas, rellenos dérmicos o injertos de grasa. Estos métodos, aunque útiles en algunos casos, suelen tener resultados irregulares y pueden implicar efectos secundarios o una duración limitada.
El nuevo enfoque, presentado en un reporte de caso, utilizó un protocolo combinado para tratar una cicatriz facial atrófica en una paciente de 32 años, consecuencia directa de una inyección de corticosteroides. Antes del uso del láser, la paciente recibió una preparación con hilos de monopolidioxanona (PDO) y un potenciador dérmico a base de dimetilaminoetanol (DMEA), lo que optimizó el entorno cutáneo para una mejor respuesta al tratamiento.
La intervención principal consistió en dos sesiones de láser fraccional de CO₂ (10600 nm), espaciadas por cuatro meses. Los parámetros fueron ajustados de forma progresiva: inicialmente con 15 mJ/punto y 100 puntos/cm², y posteriormente con 175 puntos/cm² en modo Spread Half Fill, una técnica que permitió mejorar la cobertura sin comprometer la recuperación.
Los resultados fueron notables: mínimo tiempo de inactividad, con resolución del enrojecimiento en uno o dos días, y ausencia de hiperpigmentación postinflamatoria (HPI), una preocupación frecuente en tratamientos láser.
Las evaluaciones clínicas, especialmente la Escala de Cicatrices de Vancouver (VSS), evidenciaron una mejoría significativa en la textura, color y profundidad de la cicatriz. La paciente expresó una alta satisfacción con los resultados y reportó una mejora en su calidad de vida.
Este caso subraya el valor del láser fraccional de CO₂ como una alternativa eficaz y segura para el tratamiento del SIAS, especialmente cuando se integra dentro de un protocolo personalizado y multidisciplinario.
Los autores del estudio también hacen un llamado a la comunidad médica para ampliar la investigación con ensayos clínicos más robustos, estudios comparativos y adaptaciones del protocolo a distintas características de piel y poblaciones. Si bien se trata de un solo caso, los resultados abren la puerta a nuevas estrategias terapéuticas en dermatología regenerativa y estética.
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