Retos en el diagnóstico del cáncer de cuello de origen primario desconocido, asociado al VPH

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La conclusión a la que llega el estudio es que el cáncer de cuello relacionado con el VPH es un desafío clínico que requiere avances en las técnicas diagnósticas para mejorar la precisión del diagnóstico y el tratamiento. Imagen de archivo

El cáncer de cuello de origen primario desconocido (NCUP) representa un desafío diagnóstico y terapéutico significativo, especialmente en pacientes que presentan metástasis quística en los ganglios linfáticos del cuello sin un tumor primario evidente. 

Este tipo de cáncer ha ido en aumento, particularmente en la era del Virus del Papiloma Humano (VPH), debido al incremento de casos de carcinoma de células escamosas orofaríngeo (OPSCC) relacionado con el VPH. La dificultad radica en la identificación precisa del tumor primario, lo cual tiene implicaciones cruciales en el tratamiento y el pronóstico de los pacientes.

Aunque la expresión de la proteína p16 ha sido utilizada como un marcador de cáncer asociado al VPH, investigaciones recientes sugieren que hasta el 15% de los tumores que son positivos para p16 son en realidad negativos para el VPH. 

Esto implica que, en muchos casos, dicha expresión no es suficiente para un diagnóstico certero, lo que subraya la necesidad de métodos de detección adicionales y más precisos para identificar el origen del cáncer y evitar tratamientos insuficientes. En este contexto, el uso de protocolos de desescalada en el tratamiento puede ser riesgoso, ya que podría resultar en una falta de tratamiento adecuado.

Un aspecto clave en el manejo de estos casos es la influencia de los factores de riesgo tradicionales, como la exposición al tabaco, y las mutaciones del gen p53. Estos factores, en combinación con la extensión extranodal (ENE), son fundamentales para la clasificación de los tumores y la toma de decisiones terapéuticas. 

El estudio pone énfasis en que estos elementos deben ser considerados al evaluar a los pacientes con cáncer HPV-positivo, ya que su presencia puede alterar significativamente los resultados clínicos y el tratamiento.

En cuanto al tratamiento, se recomienda una combinación de cirugía primaria con disección de cuello unilateral y amigdalectomía bilateral, seguida de radioterapia adyuvante. Este enfoque es particularmente apropiado en casos avanzados, donde la metástasis cervical y la dificultad para identificar el tumor primario requieren un tratamiento más agresivo. 

Sin embargo, la detección precisa y el diagnóstico temprano siguen siendo esenciales para evitar el riesgo de infratratamiento, especialmente dado que la tasa de detección del tumor primario sigue siendo subóptima en muchos casos.

A pesar de los avances en el manejo de este tipo de cáncer, los profesionales de la salud deben ser cautelosos con los protocolos de desescalada, ya que la falta de un diagnóstico certero puede llevar a estrategias terapéuticas inadecuadas. Además, el papel del tabaquismo y las mutaciones genéticas, como las del gen p53, debe ser cuidadosamente evaluado para proporcionar un tratamiento adecuado a los pacientes.

La conclusión a la que llega el estudio es que el cáncer de cuello relacionado con el VPH es un desafío clínico que requiere avances en las técnicas diagnósticas para mejorar la precisión del diagnóstico y el tratamiento. 

La combinación de factores genéticos, factores de riesgo tradicionales y un diagnóstico más preciso es esencial para mejorar los resultados clínicos y garantizar que los pacientes reciban el tratamiento adecuado para su situación.

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