Un ensayo clínico internacional patrocinado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) ha revelado que el antiviral tecovirimat, utilizado sin la combinación de otros tratamientos, no logra reducir el tiempo de resolución de las lesiones causadas por el mpox del clado II ni mejora el control del dolor en adultos infectados. Los resultados del estudio, conocido como STOMP, fueron presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) 2025.
La Dra. Jeanne Marrazzo, MPH, directora del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), señaló que “este estudio nos permitió comprender mejor la enfermedad por mpox y las posibles estrategias de tratamiento”. El reclutamiento para el ensayo fue interrumpido a finales de 2024 tras un análisis provisional que confirmaba la ineficacia de la monoterapia con tecovirimat en la población estudiada.
El mpox, una enfermedad viral que se propaga principalmente por contacto cercano, ha mostrado sus variaciones a través de dos clados identificados, I y II. Un subtipo del clado II provocó un brote mundial en 2022 que continúa presente en niveles bajos. En 2024, un nuevo brote del clado I se declaró emergencia de salud pública en varios países de África Central y Oriental, aunque el riesgo para la población estadounidense sigue siendo bajo.
El estudio STOMP, que comenzó en septiembre de 2022, incluyó participantes de varios países y evaluó la eficacia y seguridad del tecovirimat, también conocido como TPOXX. Aunque el fármaco ha sido aprobado por la FDA para la viruela, su efectividad en el tratamiento de mpox no había sido previamente investigada en humanos.
Los resultados arrojaron que, al día 29 del estudio, el 83% de los participantes que recibieron tecovirimat lograron la resolución clínica, en comparación con el 84% del grupo placebo, una diferencia que no es estadísticamente significativa. Además, las mejoras en el dolor fueron similares entre ambos grupos, lo que sugiere que el tecovirimat no ofrece beneficios adicionales en comparación con un placebo.
“Desde el inicio del brote del clado II, los médicos han contado con evidencia limitada para guiar su práctica, y STOMP ha proporcionado respuestas definitivas sobre la falta de utilidad clínica de la monoterapia con tecovirimat”, afirmó el Dr. Timothy Wilkin, MPH, de la Universidad de California en San Diego.
El estudio también destacó la necesidad de seguir investigando para identificar factores que puedan influir en la resolución de la enfermedad, ya que algunos participantes más jóvenes y aquellos con VIH en tratamiento mostraron una resolución clínica más rápida.